La Asociación Artes Escénicas Asociadas de Castilla y León (Artesa), ha lanzado un SOS dirigido a administraciones, especialmente la Junta de Castilla y León, programadores teatrales, público y partidos políticos ante la "posible e inminente desaparición de buena parte de las compañías de teatro profesionales de la región", que están viviendo una "situación límite".

Artesa, que integra a 16 compañías de teatro de la comunidad, entre ellas a la zamorana Cándido Producciones, renovó su equipo directivo, presidido ahora por Tomás Martín Iglesias (La Quimera de Plástico, de Valladolid), con Alberto Estébanez (Ballet Contemporáneo de Burgos) como vicepresidente, Esther Pérez (Pie Izquierdo, de Valladolid) como secretaria, Raúl Gómez (Fabularia Teatro de Ponferrada) como tesorero y el apoyo de Luis Miguel García (Teatro Corsario) como representante en la Federación Estatal de Empresas de Teatro y Danza

La junta directiva, "asume sus funciones en un momento en que el peligro de desaparición de las artes escénicas en Castilla y León es, no sólo real, sino inminente. La falta de trabajo y la disminución drástica de las ayudas imprescindibles para el desarrollo de la actividad de nuestras empresas, ponen a la mayoría de ellas en situación de quiebra y al borde del cese de actividades".

Y aportan datos. Este año las 17 compañías que formaban parte de Artesa (una se ha dado de baja) han realizado 52 funciones en los 29 Teatro de la Red (22 localidades) y 58 funciones en los 82 puntos de programación de los Circuitos Escénicos, es decir, una función de media a cada compañía cada dos meses en el conjunto de redes y circuitos públicos.

Las ayudas recibidas para producción de nuevos espectáculos, formación, gestión, distribución, giras o participación en festivales fuera de la comunidad y en el extranjero, han pasado de los 600.000 euros que hace diez años aportaba la Junta de Castilla y León a través de la Fundación Siglo, a los 390.000 de este año, que incluía un incremento de 30.000 con respecto al 2017.

El resultado es que las empresas "han perdido gran parte de su capacidad para crear empleo" en todo caso temporal y precario, y la emigración de los actores y actrices a otras comunidades.