Azahara Ramos

La causa, el ahorro energético y el fomento del comercio local. El consumo de productos zamoranos aumenta en la provincia, pero también en otros puntos del país. Un claro ejemplo es el pan y otros alimentos elaborados con harina tradicional.

Desde la empresa Harina Tradicional Zamorana, perteneciente a la Asociación para la Promoción de la Harina local, recalcan la importancia de consumir productos de origen provinciano, puesto que "es beneficioso por dos factores: el ahorro en transporte, porque se evita traer mercancías desde lejos; y el fomento del comercio de las empresas de la zona", como señala Juan Carbajo, director general de la organización, una de las más representativas de Castilla y León.

Por otro lado, la empresa confirma que, pese a contar con su fábrica en Zamora, vende sus productos por todo el país, e incluso en el extranjero. A pesar de esto, "en la capital cuesta más porque es un producto de garantía y ello aumenta el coste, a lo que se une la competencia entre panaderías", apunta Carbajo.

Materias primas de calidad

Sin embargo, aunque de forma gradual, los clientes demandan cada vez más los productos locales, pese a que el interés es mayor en ciudades grandes como Madrid o puntos del Levante español.

"Es importante seleccionar materias primas de buena calidad, y cada vez es más habitual la comercialización de este tipo de productos en superficies, así como el interés por parte de los consumidores", comenta. A ello contribuyen factores como el incremento de la preocupación por la salud en la población, o la mejora del nivel económico necesario para poder permitirse ciertos gastos.

Pero en los últimos años, se ha generado una polémica con respecto al pan, que ha dado lugar a una visión negativa pero también "equivocada, basada en que este alimento engorda", asegura. Ello ha llevado, incluso, a que mucha gente quite este producto de sus dietas, aunque "si nos fijamos, está en la base de la pirámide de la alimentación que aprendemos desde pequeños, y contribuye a tener una nutrición más equilibrada, algo de lo que la gente se va dando cuenta", añade Carbajo. Una de las causas de la controversia puede haber sido la generalización del consumo de panes más industrializados o modificados, que tienen un índice glucémico mayor, a pesar de su precio más abaratado.

Frente a estos artículos se encuentra el pan más tradicional, "elaborado en procesos más largos, que es mucho más digestivo y saludable", expresa el director general de Harina Tradicional Zamorana. De ello se han dado cuenta muchos negocios, panaderías que recurren últimamente a productos hechos en base al procedimiento de siempre, lo que ha dado lugar a un movimiento para poner en valor este tipo de artesanía. Pese a ello, "hay público para los dos tipos de panes, que tienen características nutricionales distintas y también se diferencian en los aromas o en la naturaleza de las materias primas utilizadas", expresa.

En la actualidad, la tendencia es el aumento de la demanda de diferentes cereales, ya no solo de trigo, sino también de espelta, centeno, trigo sarraceno o quinoa. A ello hay que añadir el incremento del interés en harinas ecológicas e integrales. "Se está llevando a cabo un cambio y evolución importante en el desarrollo de productos más elaborados, y ahora tienen mucho éxito diferentes formas y mezclas de harinas", sostiene Carbajo.

Mayores rendimientos

El aumento de estos productos quizá desconocidos hasta hace pocos años ha llevado a asociaciones como la mencionada a participar en procesos de investigación en agricultura en tierras poco fértiles para obtener la manera de sacar un rendimiento de estas y poder sembrar variedades locales que en los últimos tiempos habían dejado de cultivarse, de forma que también se fomenta la actividad rural y la economía local en la provincia zamorana. Además, grupos como Harina Tradicional se han hecho eco del interés generado, de forma que han apoyado al sector de la panadería con cursos de formación para impulsar de nuevo el gremio. Gracias a este tipo de eventos, los productos zamoranos han conseguido captar la atención de consumidores de todo el país, pero también de cientos de expertos interesados en las variedades existentes y en la fabricación de productos de calidad. "Es necesario que los profesionales sepan transmitir la información al consumidor y exista una buena comunicación entre ambos para que el primero pueda elegir lo que compra, ya que a veces no sabe qué es en realidad lo que obtiene o llega a desconfiar", indica Juan Carbajo.