El inicio del curso está cada vez más cerca. El encargo de libros para empezar el año académico es el "normal" según afirma el presidente de AZAL (Asociación de Librerías de Zamora), Luis González, comparado con los últimos años. Hoy en día las librerías no guardan libros de texto prácticamente tienen un número simbólico de ejemplares ya que como asegura Luis "sólo vendemos entorno a un 20% de lo que vendíamos antes de que comenzarán los proyectos como releo, el intercambio de libros o el auge las plataformas digitales". Lo que más distribuyen son ejercicios y materiales que son difícilmente reutilizables.

El plan Releo está financiado por la Junta y tiene como objetivo becar a las familias cuya renta no supere los 18.798,97 euros.

A través de este programa los niños obtienen los materiales en el banco de libros situado en su centro de estudios o si no se encuentran en este, recibirán una ayuda monetaria para obtenerlo. En el caso de Educación Primaria 240 euros en el caso de Secundaria 310. Luis González defiende que además de estas ayudas los intercambios de manuales han crecido exponencialmente junto con las plataformas digitales que como protesta Luis "están destrozando el comercio, ante esta situación las librerías se quedan un poco para vestir santos". Las compras que antes suponían un fuerte ingreso para los libreros han descendido en un 80%. Concretamente en la librería Semuret, la de Luis González, en la época de "vuelta al cole" estaban algunas veces hasta siete personas, ahora son dos y el presidente de Azal asegura que "hay dos personas y a lo mejor se aburren, el descenso de la compra de libros de texto se ha notado muchísimo, ha sido brutal".

En cuanto al material escolar las ventas continúan siendo buenas, pero es algo que se difumina mucho porque se puede encontrar en grandes superficies, supermercados e incluso en pequeños locales de alimentación. Existen muchos puntos de venta nuevos para conseguir gomas, lápices, pinturas...por lo que las librerías también han perdido poder en este aspecto. González reconoce que la educación preescolar mantiene a flote las ventas "al no ser obligatoria el Ministerio no da nada", afirma. Además son materiales que junto con los de primero y segundo de Educación Primaria se escriben y pintan por lo que son imposibles de reutilizar. También es verdad que los maestros están acostumbrados a ciertos materiales que son muy concretos y en las listas que dan a los alumnos especifican cuales deben ser "ahí es cuando los padres más compran en las librerías porque al ser útiles tan determinados no son fáciles de encontrar. Los negocios que están cerca de los centros escolares suelen conocer las demandas y traer esos materiales". Además en Zamora existen dos librerías especializadas en útiles y textos escolares.

Bachillerato también se queda fuera de la enseñanza obligatoria por lo que es más normal que se compren libros de texto aunque no tanto como en la Educación Infantil porque como dice Luis "los chicos suelen tener apuntes que se pasan entre ellos sin necesidad de hacer la inversión en manuales".

Esta situación supone un panorama desalentador para los locales que eran las ágoras del inicio de curso.