El Ayuntamiento de Zamora y el Consejo Consultivo de Castilla y León, con sede en la plaza de la Catedral de la capital, tienen ya documentación que posibilita valorar el impacto estético y visual que tendría el proyecto de museo elaborado por Zamora 10. La recreación, elaborada por el arquitecto Francisco Somoza -estrecho colaborador de los empresarios reunidos en Zamora 10- ofrece a las instituciones que en principio colaborarían en la obra del artista un punto de partida bastante aceptable para echar a andar.

Una de las ideas que más llaman la atención sería la del montaje de una réplica del taller de Baltasar Lobo en la sede del Consejo Consultivo, lo que convertiría a este edificio en parte fundamental del recorrido artístico que se plantea para zamoranos y para turistas. Los trabajos elaborados por Somoza permiten ver que la idea original es que la réplica del taller de Lobo esté ubicada en la misma entrada del Consejo Consultivo, antes de entrar a la zona de oficinas donde se desarrolla la actividad diaria de la institución. El estudio se vería desde la plaza de la Catedral, lo que está pensado para atraer a un mayor número de visitantes.

La inclusión del Consultivo entre los edificios que podrían exponer el legado de Lobo es algo que ven con buenos ojos tanto la institución regional como el Ayuntamiento, aseguran desde Zamora 10. El edificio de la plaza de la Catedral, además, abriría sus puertas en un horario habitual para cualquier museo, lo que supone una ampliación de su horario actual, marco por los ritmos de las administraciones públicas. Los responsables del edificio ven además con buenos ojos el hecho de que, de salir adelante este proyecto, el Consejo Consultivo sería un inmueble mucho más atractivo para los turistas y también para los propios zamoranos.

Los trabajos que ha elaborado Francisco Somoza permiten también ver el impacto de las obras de Lobo en algunas de las calles más céntricas de la capital. La idea del proyecto de Zamora 10 es que la obra del artista quede básicamente repartida entre el Ayuntamiento Viejo -la idea del Consistorio una vez la Policía Municipal migre al Banco de España- y el Consultivo. Para unir ambos edificios, separados por una distancia a pie de cerca de un kilómetro, se ubicarían a lo largo de la rúa varias esculturas de gran formato de Baltasar Lobo, algo que animaría a los visitantes a realizar la ruta para conocer las dos partes de la exposición.