La provincia de Zamora tiene todavía 2.505 viviendas nuevas que ya están terminadas y que nunca han sido ocupadas. Muchas de ellas datan de la época de la burbuja inmobiliaria, que aunque no se notó en la provincia tanto como en otros territorios del país sí que dejó sentir sus efectos. La cifra es aproximadamente un dos por ciento inferior a la registrada a cierre del ejercicio 2016 -los datos actuales son del término de 2017-, lo que indica que el ritmo de compra es todavía bajo por lo que se refiere a estos inmuebles. Los datos son del Ministerio de Fomento. Siempre existe un "stock residual", pero el ritmo de absorción de las viviendas previas a la crisis es tan lento que hace pensar que Zamora acumulará ese remanente durante bastantes años.

Lo que esta estadística pone de manifiesto es, además de que Zamora cuenta con viviendas vacías para hacer frente al mercado durante un buen periodo de tiempo, que el ritmo de compra todavía no repunta. Al existir todavía bastantes viviendas nuevas que no han sido habitadas, la necesidad de obra nueva se disipa. También hay que tener en cuenta la influencia de los pisos de segunda mano, que son mayoría en el mercado de viviendas de la provincia.

La estadística de construcción de inmuebles viene a confirmar la sensación de que no es necesario edificar en muchos puntos de la provincia. El Colegio de Arquitectos ha expedido en los cinco primeros meses del año un total de 66 visados de obra nueva en toda la provincia, una cifra escasa incluso para los estándares que se manejan en los últimos años. 25 de estos permisos de obra son para edificaciones en bloque y el resto para casas unifamiliares.

Parque envejecido

Según un estudio publicado por idealista, el parque de viviendas en venta en la capital zamorana tiene una edad media de 41 años. Es cuatro años más joven que la media del país, según la misma fuente.

Las diferencias de edad entre capitales de provincia son notables, tanto en el caso de las viviendas en venta como en alquiler. En el mercado de venta la ciudad con las viviendas más antiguas en el mercado es Barcelona, ya que los inmuebles actualmente en el mercado tienen una media de 69 años. Le siguen tres ciudades del norte: Pamplona (64 años), San Sebastián (60 años) y Bilbao (54 años). A continuación se sitúa la ciudad de Madrid, donde las casas tienen 53 años de media.

Por el contrario, un total de 23 capitales españolas tienen un parque de viviendas en venta "treintañero". Las más modernas son las viviendas de Albacete, ya que de media cuentan con sólo 31 años. En Lugo la edad sube hasta los 32 años, mientras que en Almería, Murcia, Lérida y Guadalajara alcanzan los 33 años.

Para Idealista los datos demuestran que los años de "boom" inmobiliario no lograron rejuvenecer el parque de viviendas español.