Un grupo de niños de entre 4 y 12 años participan en el taller de barro que se realiza esta semana en el Museo Etnográfico, enfocado a la arquitectura y construcción. El primer día de actividad, el pasado martes, los pequeños aprendieron cómo se utiliza el barro en la naturaleza, y construyeron cada uno una casa en miniatura para un animal. En la jornada de ayer se dividieron en dos grupos: mientras unos visualizaban un vídeo y aprendían el uso y la manera de hacer el adobe, otros realizaban sus propios ladrillos haciendo una mezcla casera de este material.

Los niños recorren el Museo emocionados porque a la vez que aprenden, se divierten. La filosofía de los monitores del proyecto "mini2AC", Ana y Alberto, es que disfruten de libertad. Afirman que "los juegos que se dirigen dejan de ser juegos, ahí es el momento en el que se pierde la naturalidad del taller y por tanto, su esencia". Se trata de que los niños adquieran conocimientos de una forma lúdica. La arquitectura ligada a la infancia es un proyecto que se realiza en otros países y Alberto defiende que "la intención es incorporar a una ciudad como Zamora la experiencia y que los niños tengan esa oportunidad de acercarse a la arquitectura".

El momento que más disfrutaron ayer estos pequeños fue la hora de mezclar los materiales para hacer el adobe. Como afirma Ana "esta parte de mancharse, manipular el barro... les encanta, pero creo que disfrutan de todo el taller porque le damos mucha libertad a la hora de dibujar y crear". Todos los niños están de acuerdo en que están aprendiendo. Cuando el monitor, Alberto, les preguntó cómo se hacía el adobe, todos contestaron al unísono "¡barro, agua y paja!" sonrientes, prueba inequívoca del aprendizaje.

Esta es la prueba que consolida la filosofía del taller que como mejor se afianzan los conocimientos es divirtiéndose. El objetivo principal es que aprendan un poco de arquitectura, ya que serán los habitantes de las ciudades del mañana y tendrán que decidir cómo quieren vivir: "Para poder elegir se necesitan conocimientos, por lo que hay que enseñarles todos los procesos constructivos y vivencias de nuestros antepasados para que las puedan aplicar y sobre todo respetar", defiende Alberto.

Durante el final de la jornada de ayer en el taller, los niños realizaron unos dibujos en tejas inspirados en las primera casas de las civilizaciones. Hoy utilizaran adobes en miniatura para hacer una muralla. Alberto apunta que "hay que explicarles las partes de la muralla y cómo se generan, en una ciudad como Zamora es importante que tengan una aproximación a lo que son y suponen estas construcciones". Los monitores halagan la maravillosa ubicación donde se esta realizando el taller, el Museo Etnográfico, y comentan que "los niños se sorprenden por que algo tan importante este aquí, por lo que hay que educarlos en cuidar, mantener y visitar el museo". A la vez que se divierten construyendo y creando los pequeños aprenden de los objetos y culturas que pueden encontrar dentro del Etnográfico.

El viernes Alberto y Ana impartirán, también en el museo y en correlación con su temática, un taller familiar enfocado construir un refugio, inspirado en los de la antigüedad, tratando de crear un vínculo de imaginación entre padres e hijos.