Además del pago previo, Vicente Fernández entregó otros tres mil euros a los dos cómplices después del atraco. La juez considera probado el papel del empresario en la trama, en primer lugar, porque los dos delincuentes que lo incriminan no tienen ninguna animadversión contra él y tampoco sacaron ningún beneficio por su delación. El relato de David y José Antonio, considera la juez, es lógico y coherente y parece lo más normal pensar que fuera el propio Vicente Fernández quien les proporcionara la información necesaria para cometer el asalto, datos que de otra manera les hubieran sido casi imposible averiguar. Por ejemplo la existencia de gran cantidad de dinero en la casa, que efectivamente, sí había ingresado la víctima tiempo antes por la venta de una finca, aunque en ese momento ya no estaba esa cantidad en la vivienda. Otra prueba está en las 92 monedas de oro, ya que el establecimiento de Valladolid que las compró tiene registrado el nombre del vendedor, David, y no consta que fueran robadas a nadie. También hay una grabación que sitúa a los protagonistas en Toro el día del último pago del "trabajo".

El abogado que ejerció la acusación particular, Tomás Cuadrado Palma, rehusó realizar declaraciones antes de estudiar a fondo la sentencia del Juzgado de lo Penal. Será entonces cuando, de acuerdo con su cliente, tome la decisión de presentar recurso al fallo del Juzgado de lo Penal o de no hacerlo.