Con la llegada del verano y la afluencia de turistas, aumenta el empleo, pero también el trabajo no declarado y el incumplimiento de normativas como la que regula las horas extra. Ante este problema, los principales sindicatos de la capital reclaman un aumento de las inspecciones laborales, así como una legislación más favorable al trabajador.

Uno de los problemas más notorios es el de los "falsos autónomos", aquellos que son empleados para una empresa con dedicación exclusiva pero que, sin embargo, se denominan trabajadores independientes. A nivel nacional, la cuantificación de estos es de unos 100.000. En el ámbito regional, el número de trabajadores de este tipo puede llegar a los 12.000, mientras que en Zamora pueden ser aproximadamente un millar, según informa Manuel Prieto Velázquez, secretario general de Comisiones Obreras en la capital. Precisamente, por la iniciativa de este sindicato se llevó a cabo una denuncia en Galicia a una empresa que contaba entre sus trabajadores con falsos autónomos y tras la cual dicha entidad se ha visto obligada a dar de alta a esos empleados. Pese a que en Zamora no se han dado denuncias de esta magnitud, Prieto apunta a la relevancia de este logro para "crear un precedente y conseguir mejores actuaciones de la inspección en el control del trabajo del autónomo y el cambio de cuenta propia a cuenta ajena".

Los falsos autónomos no están en igualdad de condiciones con respecto a los demás trabajadores en cuanto a prestaciones, cotizaciones o pensiones de jubilación. Por ello, desde la Unión General de Trabajadores (UGT) reivindican la necesidad de aumentar las inspecciones para controlar esta cuestión que "solo beneficia al empresario, quien se ahorra pagos a la Seguridad Social, engaña al Estado y evita problemas de relaciones laborales que el empleado va a consumir, como puede ser una baja", apunta Ángel del Carmen, secretario general de UGT en Zamora. El sindicato señala, de la misma manera, la necesidad de hacer frente a estas circunstancias, algo a priori más fácil en la capital que en grandes urbes. Asimismo, recalca la ilegalidad de la situación, "un camarero o un trabajador en un hotel tienen que ser empleados porque un autónomo es aquel que trabaja en una profesión liberal o solo en una pequeña empresa", añade.

Los sectores más afectados por esta situación, según señalan desde CCOO, son "el procesamiento de cárnicas, en el que las condiciones de trabajo son, en muchas ocasiones, muy duras; y el transporte, sobre todo el urgente, y afectando, en mayor medida, a grandes empresas de paquetería". Desde UGT, a estas actividades añaden la hostelería; el comercio, sobre todo a gran escala; y las empresas multiservicios, sin dejar de destacar que la mensajería es uno de los principales focos de falsos autónomos.

Los sindicatos se muestran esperanzados con la nueva regulación a la que ha dado luz verde el Consejo de Ministros con respecto al cambio de normativa de altas y bajas de autónomos, que obliga a las empresas a emitir informes si quieren dar de alta a una persona como trabajador independiente.

Desde Comisiones Obreras, señalan que el fraude de este tipo en el mercado laboral debería ser inferior en Zamora debido a la propia economía e industria de la provincia, sobre todo de pequeñas empresas. Pero, por el contrario, el problema es superior a otras zonas.

La falta de plantilla en inspección complica la situación, sobre todo en la etapa estival, cuando las fiestas en los pueblos y el buen tiempo dan lugar a un mayor empleo en turismo, sector en el que es necesario verificar "el control de la seguridad social, las medidas de seguridad, la normativa de horas extra o las contrataciones", tal como apunta Ángel del Carmen. Así, tanto UGT como CCOO señalan que no hay suficientes trabajadores en este ámbito, los cuales no solo se encargan de las supervisiones, sino también de contratos, denuncias o prevención laboral, y todo ello a un nivel provincial. "En verano, las inspecciones aumentan porque la economía bulle, y concretamente en Zamora, el sector que da lugar a un mayor número de empleos es el turismo, de tal forma que mucha gente trabaja en esta época en hostelería y servicios, a veces con varios contratos en un mes", comenta Manuel Prieto. La acumulación en el número de supervisiones complementa las numerosas campañas llevadas a cabo por la inspección, "es raro el fin de semana que no hay ninguna notificación de inspecciones en pueblos importantes para cumplir con las contrataciones, sobre todo en lugares como hoteles, chiringuitos, etc.", añade el secretario general de CCOO.

Precisamente, el sector de la hostelería es uno de los más complicados a la hora de llevar un control sobre el empleo, a pesar de que los empresarios están obligados a realizar informes que confirmen que cumplen las condiciones legales. A esta actividad se unen otras en las que aumenta la plantilla en el período estival, como el trabajo en residencias, la construcción o los reemplazos debido a las vacantes que dejan las vacaciones. Sin embargo, a partir de septiembre disminuye el empleo, no llegando a ascender ni siquiera en la campaña de Navidad y siendo en enero cuando repunta. Es desde entonces cuando se requiere un mayor número de supervisiones, aunque los sindicatos también cuentan con planes de empleo con la patronal.