La Catedral de Zamora descubierta en condiciones distintas a las habituales ha seducido a más de 1.500 visitantes que han asistido a las visitas bautizadas como "Aromas de fe", un recorrido nocturno por el interior del primer templo diocesano dirigido a visitantes y turistas que comenzó hace dos años después de la renovación total de la iluminación interna de la seo y también del su museo.

"Aromas de fe", que comenzó siendo una propuesta únicamente estival y que se ha ampliado a todo el año por la acogida que cosecha, ha interesado a otros cabildos catedralicios e incluso está en proyecto realizarla en la iglesia nacional española de Santa María de Monserrat en la ciudad de Roma.

El itinerario brinda la oportunidad de que los asistentes conozcan y contemplen de modo novedoso el edificio religioso más emblemático de la capital. En él se conjugan de forma sincronizada la locución, la música y la iluminación.

En la visita el público es guiado por diversos espacios del edificio catedralicio, desde la capilla mayor hasta el cimborrio, pasando por el interior de todas las capillas, como la de San Bernabé donde tiene lugar la audición de la leyenda del Cristo de las Injurias, sin olvidar la visión de los tapices expuestos en la sala capitular, los lucillos sepulcrales descubiertos en los últimos años, el singular conjunto de rejas del crucero o la riquísima sillería del coro.

El texto que el público escucha en voz de Luis Felipe Delgado corresponde al deán y director del Museo Catedralicio José Ángel Rivera, mientras que los efectos lumínicos son del técnico José Martínez y la música es cedida por el prestigioso grupo La Grande Chapelle, dirigido por Ángel Recansens.

Los asistentes que acuden a "Aromas de fe", en grupos máximos de 30 personas en las visitas que tiene lugar los viernes y los sábados a partir de las 22.00 horas, "salen visiblemente impactados por la belleza que han contemplado", comenta el deán-presidente del Cabildo de la Catedral de Zamora, José Ángel Rivera de las Heras. Además, el Cabildo zamorano cree haber "ofrecido y transmitido al público un cúmulo de comentarios históricos y artísticos, de sensaciones espirituales y de emociones estéticas que, de algún modo, remiten a la belleza divina, y con el que es fácilmente comprobable que a través de los siglos el culto cristiano ha generado cultura".