Azahara Ramos

Cielo oscuro y poca luminosidad. Es el estado perfecto para contemplar el fenómeno de las Perseidas, que llegan esta madrugada para el deleite de todos los zamoranos. Esta lluvia de meteoros irrumpirá esta noche a partir de las 22.00, y podrá ser visible durante las horas sucesivas, pudiendo aparecer incluso hasta las 10.00 de la mañana de este lunes 13 de agosto. Previsiblemente, el momento más propicio para el disfrute de las Lágrimas de San Lorenzo llegará sobre las 01.00 de la madrugada.

Como cada agosto por estas fechas, los ciudadanos podrán disfrutar de uno de los fenómenos astronómicos más esperados del año, las Perseidas, con el único condicionante de visualizarlas en un lugar donde la luminosidad sea mínima, preferiblemente lejos de los núcleos urbanos o de aquellos con mayor contaminación lumínica, algo no muy complicado para los zamoranos. Así, puntos de la provincia como los Arribes del Duero y el Lago de Sanabria se convierten en idóneos para presenciar esta llamativa lluvia de estrellas. Pero los habitantes de la capital no tendrán que desplazarse muy lejos para presenciarlo, puesto que algunas zonas de la ciudad presentan las características necesarias para su contemplación. Es el caso de miradores como el del Troncoso u otros lugares como el bosque de Valorio, desde donde puede observarse el cielo con una gran amplitud, sin necesidad de artefactos diseñados para la contemplación del cielo. También podrían ser escenarios posibles aquellos situados en las afueras de la ciudad, siendo el único requisito la no existencia de obstáculos que puedan impedir la observación del firmamento.

Como aliciente, este año la luna nueva de ayer posibilita una visión más clara, ya que el cielo presentará una mayor oscuridad. Pero aquellos amantes de la astronomía que no dispongan de la oportunidad de divisar el fenómeno durante esta noche podrán hacerlo mañana, pues es probable que también sea observable a lo largo de la madrugada del lunes. Pese a ello, el día en que las Lágrimas de San Lorenzo se dejarán ver de forma más notoria es hoy. Con las circunstancias óptimas para su contemplación, las estrellas fugaces más esperadas del año pueden dejar hasta 100 meteoros por hora, que pueden llegar a pasar a una velocidad de 50 kilómetros por segundo, aunque no es la lluvia de estrellas más abundante, puesto que es superada por las Cuadrántidas en enero y las Gemínidas en diciembre, como señalan desde la Agrupación Astronómica de Zamora. Esta asociación confirma que "tras una primera mitad del verano con inestabilidad atmosférica, y una reciente calima por la ola de calor, en estos días disfrutamos de ciertos despejados y atmósfera relativamente estable y limpia. A ello le sumamos que la fase lunar coincidente es idónea, con muy poca iluminación lunar, de modo que la observación podrá realizarse de forma muy aprovechable".

Además, estos días, dependiendo del momento en que se observe el cielo, se presenta una imponente visión de la Vía Láctea y cuatro de los planetas de nuestro sistema solar: Venus, Júpiter, Saturno y Marte, tal como apuntan desde dicha asociación zamorana.

La recomendación del Instituto Nacional de Geografía es acudir a una zona lo más oscura posible, sin árboles muy altos o edificios que imposibiliten la visualización, así como no hacer uso de instrumentos ópticos que hagan lo propio. Con esto, solo queda esperar a que la lluvia de meteoros irrumpa a la vista de los presentes.

Además, los expertos recomiendan a los aficionados portar alguna prenda abrigada, puesto que, pese a encontrarnos en la época estival, hay un notable contraste entre las temperaturas diurnas y nocturnas, y se espera una mínima de 15ºC durante la madrugada de mañana.

Esta lluvia de estrellas, como se conoce comúnmente, tiene lugar año tras año hacia el 12 de agosto, y es observable en todo el hemisferio norte. Sin embargo, las Perseidas están presentes prácticamente durante todo el verano, a partir del 17 de julio, cuando puede contemplarse algún episodio esporádico, hasta el 24 de agosto, aproximadamente. Pese a ello, su actividad más notoria se da durante solo tres días, entre el 11 y el 13 de agosto. Por ello, es en estas fechas cuando los astrónomos y aficionados están más atentos al estudio de este fenómeno, comúnmente conocido como Lágrimas de San Lorenzo. Esto es así debido a su proximidad con la celebración de este santo, un mártir español cuya fiesta se celebra el 10 de agosto, como informa el Instituto Nacional de Geografía. Sin embargo, también suele denominarse esta lluvia de meteoros como Perseidas, en relación al dios griego Perseo, que da nombre a la constelación de la que parte el fenómeno astronómico. Su alta probabilidad de visualización, gracias a la época en que sucede y a las favorables condiciones meteorológicas que normalmente suelen darse en este momento del año, convierte a las Lágrimas de San Lorenzo en la lluvia de estrellas más conocida.

La Agrupación Astronómica de Zamora informa que "la causa de este fenómeno consiste en la combustión por parte de la atmósfera terrestre de partículas residuales que el cometa 109P Swift/Tuttle, cuya órbita alrededor del Sol se cruza con la de nuestro planeta, deja tras de sí en su recorrido. La Tierra, al cruzar la órbita del cometa, encuentra y "barre" estas partículas de muy pequeño tamaño y que viajan a gran velocidad, interaccionando con nuestra atmósfera y provocando su combustión, que emite los trazos de destello que podemos observar".