Los pueblos de Zamora componen la ruta por la que peregrinan los jóvenes zamoranos durante el verano. Recorren localidades cercanas a la capital y no tanto, siguiendo las macrodiscotecas que causan furor: Renovation Experience, Selvatika Summer XL y Alefran. Desde hace cuatro años, el crecimiento de este fenómeno es imparable. Lo dice uno de los pioneros, el alma de Renovation Experience, Ricky Galende: "Ahora estoy en el mejor momento porque la gente ya conoce mi show". Una reflexión que también comparte Alefran, que esta temporada estrena "camión-escenario" y espectáculo con bailarines.

En las noches de los fines de semana, las calles de Zamora están prácticamente vacías y en los bares el ambiente es un tanto limitado. ¿El truco de estos iconos para atraer a la juventud? Según el responsable de Selvatika, Emilio Martín, "la clave está en que al público le guste lo que hacemos, ese es el secreto para crecer". En un lapso de tiempo muy pequeño, estos espectáculos se han apoderado del puesto número uno y son la opción preferida para salir de fiesta en el periodo estival. Han conseguido desbancar a las tradicionales orquestas de hace tiempo, cuando las verbenas eran un clásico. Ricky Galende apunta como una de las claves "tener muchas ganas, trabajar con profesionalidad, hacer las cosas con una calidad amplía aunque sean pequeñas y que la gente se quede con buen sabor de boca". Y es que el quid de la cuestión es la experiencia que vive el público cada vez que asiste a estos shows. Un juego de sensaciones a través de la música, los acróbatas, las diferentes "performances", los bailarines, el fuego? Un conjunto de emociones que convierte las noches en algo único.

Los jóvenes prefieren a los "reyes del verano" antes que a las orquestas u otras discomóviles porque "ponen música actual, variada y tienen unos equipos de calidad". La gente vibra y baila al son de los Dj's. En Seltvatika prefieren pinchar "house" aunque reconocen que el "electrolatino" es lo que más le gusta al público. Galende, más que elegir un estilo de música, prefiere hacer disfrutar a las personas que acuden a su "experiencia". Aunque habla del "momento canalla" como uno de los más divertidos de la noche, opina que "lo mejor para entenderlo es ir y vivirlo".

Alefran opta por un estilo propio en el que defiende "la música de siempre, de las verbenas de toda la vida, la de las fiestas de pueblo pero reforzada con canciones actuales y temas para divertir los jóvenes".

El movimiento de tanta gente desde la capital a los pueblos supone acontecimiento que llama la atención, sobre todo a la hora de analizar cómo consigue trasladarse toda la masa de gente a las pequeñas localidades de la provincia. La mayoría prefiere coger un taxi entre varios, suponiendo un coste pequeño y una manera segura de trasladarse. Son muchos los taxistas que se desplazan para cubrir la demanda de transporte durante los fines de semana. Aunque esto, a veces, supone un problema ya que para la vuelta los jóvenes se acumulan esperando el vehículo que les lleve de vuelta y puede haber esperas de hasta dos horas, como cuenta el profesional A.F..

Ir varios en un coche particular puede ser una opción válida también, aunque menos común porque, por lo general, ninguno del grupo quiere sacrificarse y dejar de tomar alguna copa que otra. Y siempre estarán, como alternativa, los familiares que hagan el esfuerzo de trasnochar para devolver a los jóvenes a sus casas.

Así, estos espectáculos están en lo más alto y los jóvenes reconocen que muchas veces siguen estos shows a través del "interpueblos" porque es donde más gente va a haber. Sentirse rodeado de una multitud que está disfrutando del show, las luces y la música al mismo nivel es lo que les cautiva. Porque el ambiente es uno de los factores que determinan coger un taxi e ir a la localidad que toque ese fin de semana. El verano es sinónimo de vida en los pueblos y ninguno quiere quedarse fuera de la experiencia.

Estas macrodiscotecas crean espectáculos para toda la temporada, asegurando que en todas las localidades los asistentes puedan disfrutar del mismo espectáculo y calidad. Además cuentan con mezclas propias, producciones que sólo se pueden escuchar si se acude a sus actuaciones. Alefran reconoce ver en cada actuación "la recompensa de lo trabajado durante el invierno".

Y es que los reyes del verano hacen disfrutar, pero no tienen mucho tiempo para aprovecharlo. Emilio Martín admite que "agosto y septiembre es la época de más trabajo". Puede parecer agotador pero desde Selvatika dicen tenerlo ya "somatizado y no se les hace duro". Alefran reconoce que en algunas ocasiones sí llega a estar cansado pero en cuanto sube al escenario se olvida porque ve que el público disfruta y eso le provoca una alegría que no se puede explicar con palabras. Ricky Galende, enérgico, defiende que "me rodea un equipo de unos veinte profesionales que me hacen todo mucho más fácil, no me puedo cansar de pinchar porque es lo que realmente me motiva y más feliz me hace, hasta que nos mate la ilusión".

Llenan plazas, mueven miles de personas, hacen noches únicas, pero ¿qué es lo que sienten ellos? "Satisfacción" es la palabra más pronunciada cuando responden acerca de sus sentimientos encima del escenario.

Su esfuerzo y sacrificio se ve recompensado con un público que lo da todo. Emilio Martín reconoce que esa entrega es lo que "nos da fuerzas para seguir adelante". Para Galende es su motor "ver cómo se llenan las plazas, la ilusión de la gente es algo que no se paga con dinero y es lo que hace que nunca me canse, es lo que me hace feliz". Alefran admite que "es lo que hace que el show salga bien, es una sensación de satisfacción máxima".