El reclamado ensanche del paso bajo la vía en la calle Cañizal, en pleno nudo de entrada y salida de la capital dentro del barrio de Pinilla, está pendiente de contratación para convertirse en realidad. El Ayuntamiento de Zamora espera resolver este asunto lo antes posible para comenzar con unos trabajos que tienen como plazo de ejecución tres meses, por lo que el horizonte se amplía hasta finales de este año o principios del próximo 2019.

El proyecto ideado por el Consistorio zamorano prevé un incremento de la longitud de la calzada desde los seis metros actuales hasta los 20 que existirán después de las obras. Una actuación que pretende dar cobertura y seguridad a los más de 11.000 vehículos que cada día transitan por esta carretera CL-605 que da acceso a la ciudad de Zamora. Se da la circunstancia, además, de que los únicos pueblos que han crecido en la provincia en los últimos años utilizan este nudo para entrar y salir de la capital; pueblos tales como Morales del Vino, Villaralbo o Moraleja del Vino, a lo que hay que añadir el tráfico de camiones de las diferentes industrias y naves que existen en este enclave.

La obra en este punto de la capital está presupuestada en 200.000 euros antes de pasar por el proceso de licitación. Finalmente, está previsto que el Ayuntamiento de Zamora ejecute la obra con fondos propios ante la negativa tanto del Ministerio de Fomento como de Adif, propietaria de la vía del ferrocarril, que aún así han dado visto bueno al proyecto y facilitarán la acometida definitiva de los trabajos.

La materialización de esta obra supondrá dar respuesta por fin a una demanda del barrio de Pinilla que se remonta a quince años en el tiempo. La asociación de vecinos del barrio ha reclamado en numerosas ocasiones una solución para este embudo y por fin parece vislumbrarse en el horizonte. El objetivo marcado por el Ayuntamiento de Zamora es acometer cuanto antes los trabajos de ensanchamiento de la calzada en la CL-605 y la construcción de unas aceras para que el entorno reúna las condiciones básicas de seguridad tanto para peatones como para vehículos.

Una vez se desarrollen los trabajos, la ciudad de Zamora dejará atrás uno de los embudos más peligrosos con los que cuenta en un acceso considerado clave para la capital por la cantidad de vehículos que transitan a diario por esta carretera, que están cifrados en más de 11.000 para dar cobertura a los pueblos de los alrededores.