Autobuses en fila, mucho personal de seguridad controlando el transbordo y varios trabajadores de Renfe atendiendo el desconcierto de los viajeros que llegaban a Zamora. Esa fue la imagen del día de ayer en la estación de tren de la capital, en una jornada en la que por momentos se rozó el caos ante el desconocimiento de los pasajeros sobre cómo debían actuar, hacia dónde debían ir o en qué lugar podían comprar sus billetes, pues en varios de los trayectos la venta permanece capada. Las aglomeraciones en el punto de información fueron constantes y solo la diligencia de todos los trabajadores evitó problemas mayores en la segunda jornada de corte de vías entre Zamora y Ourense.

Los trabajos para la entrada en servicio de la línea férrea convencional entre el segundo túnel de Valorio y la base de montaje de La Hiniesta han generado cierta confusión en los viajeros que arriban en la estación de Zamora. Como ya avanzó Renfe, los servicios entre Zamora y Ourense se harían por carretera durante el fin de semana y durante las jornadas de hoy y mañana se hará lo propio con todos los que conecten cualquier estación gallega con la de Zamora. Con este panorama, no es de extrañar el revuelo causado a cada llegada de un convoy a la capital, con viajeros contados por decenas preguntando al personal qué es lo que tenían que hacer.

Renfe ha reforzado la coordinación de la estación de tren de Zamora para evitar que la confusión genere el caos durante estos cinco días de cortes en la línea Madrid-Galicia, aunque cabe esperar que el desconcierto de los viajeros continúe durante hoy y mañana.