El andamio del ruinoso edificio de la calle de las Infantas esquina con la rúa de los Notarios ha desaparecido después de doce años ocupando una parte importante de la calzada. Lo ha hecho después de que el administrador concursal haya accedido al requerimiento del Ayuntamiento de Zamora de adecuar el entorno y limpiar el solar para evitar problemas de salubridad. La instalación exterior ha sido completamente desmontada y la fachada en peligro se encuentra ahora anclada desde el interior, con lo que se ofrece una nueva imagen de este espacio privilegiado en pleno Casco Histórico de la ciudad.

Al igual que ocurriera con el resto de propietarios de solares abandonados en el Casco Histórico, el Ayuntamiento de Zamora instó hace unos meses al administrador concursal de la empresa que posee el inmueble la obligación de mantener la limpieza del solar para evitar problemas de salubridad y riesgo de incendios durante la época estival. Pero, en este caso particular, se requirió además la retirada del andamio exterior que ocupaba una parte importante de la vía pública, algo que la propiedad había esquivado en anteriores ocasiones alegando encontrarse en concurso de acreedores.

La historia de este andamio, de características similares al ya retirado en la calle de San Torcuato, data del año 2002, cuando fue declarado en ruina con la prescripción de la Comisión Territorial de Patrimonio de mantener las fachadas exteriores. Cuatro años más tarde, la sociedad Madrid Gestión, propietaria del edificio, presentó el correspondiente proyecto de derribo que fue aprobada por la Junta de Gobierno Local en agosto de 2006 y desde entonces ha permanecido el andamio en la calle sin que se haya producido obra alguna.

El Ayuntamiento de Zamora, a través de la arquitecta municipal, constató que debido al estado de deterioro de la parcela y la falta de intención de edificar por parte de la propiedad, carecía ya de sentido la recomendación de Patrimonio de mantener en pie el tramo lateral y se requirió al administrador la demolición y retirada de los elementos que ocupaban parte de la calle de las Infantas, así como la instalación de los contrapesos del andamio en el interior de la fachada con el objetivo de mantenerla en pie, como ya se ha hecho. Igualmente, se instó a a cercar el recinto en adecuadas condiciones de seguridad y al ornato de toda la parcela.

En el seno de la Casa de las Panaderas están satisfechos con esta obra y la comparan con la del andamio de la calle de San Torcuato. "Con la retirada de este andamiaje en la rúa de los Notarios y el de la calle de San Torcuato, desaparecen finalmente las dos estructuras metálicas exteriores de apuntalamiento de fachadas en el Casco Histórico que habían generado multitud de protestas", señalan.