El Museo de Zamora ha aumentado sus fondos en sus 20 años de funcionamiento en la sede actual, entre otras vías, a través de los hallazgos realizados en las campañas arqueológicas efectuadas en la provincia. Muchos de los materiales estos días pueden descubrirse en la muestra "Bajo el suelo de Zamora. Ciudad. Arqueología. Museo" que alberga la sala de exposiciones temporales del centro, a la que se accede desde la plaza de Santa Lucía.

Una de las piezas más interesantes que ha llegado al centro a través de excavaciones es un cuenco cerámico pintado de pequeñas dimensiones. Se localizó en unas de las tres prospecciones arqueológicas efectuadas a finales de la década de los 80 en el yacimiento de la Aldehuela, situado en la confluencia de los ríos Duero y Valderaduey, a unos cinco kilómetros de la capital.

La pieza, de la que se conserva aproximadamente un tercio del original, está ubicada en el Museo de Zamora en una de las vitrinas consagradas a la primera parte de la Edad del Hierro y ha sido seleccionada como pieza seleccionada del mes, por su singularidad.

Un espejo situado por debajo del cuenco permite al visitante observa perfectamente la decoración exterior donde presenta "unas líneas paralelas al borde que deriva en un friso que se divide en metopas. En una de las ellas puede observarse un zigzag y en otra, unas retículas. En su interior se aprecian las mismas líneas paralelas que en el exterior, un grupo de palmeras que dan lugar a una especie de flor de loto, un cordón trenzado así como una línea que hace pensar que en el centro también estaba decorado", describe la técnico de didáctica.

El cuenco es bicolor con engobe rojo, seguramente estaría bruñido y motivos decorados con pintura blanca. Fue realizado a mano, dado que todavía no existían los tornos, mediante cocción reductora, "lo que otorga un tono grisáceo" que puede apreciarse mejor en otras piezas localizadas en el mismo yacimiento y que el centro exhibe en una de las vitrinas de la sala de la ciudad.

"Su importancia no solo radica en su decoración y originalidad sino también en los ecos orientalizantes que se intuyen por su ornamentación hablan de contactos culturales con sociedades sureñas y de los influjos de fenicios, griegos o tartésicos por todo el Mediterráneo, llegando, incluso, a poblaciones de la meseta castellana" explican desde el Museo de Zamora.

El horario de visitas comentadas a la pieza del mes corresponde de martes a viernes a las 13.00 horas y los fines de semana dentro del Ven que te cuente", sábados, a las 17.30 horas y domingos, a las 12.30 horas.

En otro orden de cosas, el Museo de Zamora promueve un nuevo taller de familia este domingo a las 11.00 horas. En "Conocemos el impresionismo" los niños, de 5 a 12 años acompañados de un adulto, descubrirán las técnicas que utilizaban y recrearán con una pincel y técnicas de puntillismo.