Igual que la ropa, cuando está en buen estado, pasa de unos niños a otros al quedar pequeña, los libros pueden pasar de unos menores a otros cuando sus primeros propietarios se aburren de ellos. Está filosofía de reutilización está presente en una nueva iniciativa puesta en marcha desde la sección de Infantil de la Biblioteca Pública del Estado. Se trata de la caja de donaciones donde hay depositados una serie de libros que los niños pueden llevarse.

El recipiente, situado en la entrada de la sala de Infantil al lado del ordenador de las consultas, está decorado con atractivas y coloridas tiras de diversos tebeos y en su interior hay una serie de volúmenes para distintas edades que el usuario que lo desee puede llevarse a su domicilio y cuando lo desee, puede devolverlo, si opta por esta opción.

"Siempre en verano recibimos muchas donaciones y dependiendo del título o nos los quedábamos o pasaban a centro coordinador de biblioteca que determinaba si el volumen se ajustaba a las necesidades de alguna municipal o del bibliobús", precisa la bibliotecaria Lucía Domínguez. "Aquellos libros que no podían incorporarse a ninguna biblioteca, hemos optado por situarlo en la caja a modo de "bookcrossing" (práctica de dejar libros en lugares públicos para que los recojan otros lectores)", concreta la profesional.

Quienes quieran dejar libros, películas o incluso discos deberán primero entregarlo en el mostrador de la sección, para que los técnicos comprueben si el material ya existe en el fondo del centro cultural, luego pasará el filtro al centro coordinador y si lo estiman, ocupará la caja de donaciones. Una nueva y más extensa vida.

Además, la zona infantil dispone de dos atractivos centros de interés. Al lado de uno de los mostradores han situado una serie de publicaciones relacionadas con el verano presentadas de una forma muy desenfadada entre cubos, rastrillos de playa o incluyo unas gafas de buceo que incitan a llevarse un título para leerlo en la piscina.

En la parte central de la sala han ubicado un espacio dedicado a "El Principito", de cuya primera edición se cumplen 75 años y que ha sido la temática de varios talleres desarrollados en el mes de julio. En este centro de interés han situado desde ilustraciones efectuadas en los talleres, distintas ediciones del libro en varias lenguas, desde castellano, chino o portugués; una película e incluso en formato audiolibro del texto escrito por Antoine de Saint-Exupery. Curiosamente hasta el momento el espacio ha despertado más curiosidad "entre muchos adultos" que optan por leerlo o releerlo con sus hijos.