La guía de turismo Begoña Blanco preside el colectivo que agrupa a siete profesionales acreditadas en Zamora.

-Los últimos datos relativos a la afluencia de turistas a Zamora son muy halagüeños.

-Son cifras positivas porque los turistas históricamente vienen de paso desde ciudades cercanas. Es un progreso, pero se debe seguir trabajando.

-¿En qué líneas?

-Las administraciones tienen que trabajar para que el turista se quede más que una mañana. Además, creo que deberían implicarse los hoteles ofreciendo buenos precios y ofertas. Algunos ya ofertan una serie de bonos con visitas, que resultan muy interesantes para los clientes. La llegada del AVE ha resultado muy favorable, pero quienes llegan a Zamora mediante transporte público tienen muy complicado trasladarse a la provincia porque no hay servicio de tren ni autobuses para regresar a la capital. Quizá en estas épocas sería interesante poner algún autobús más para ir a los Arribes o a Puebla, dado que Toro con la combinación a Valladolid está resuelto.

-¿Qué tipo de turista decide visitar Zamora en los meses estivales?

-En estos meses nos visitan muchas familias con niños que se interesan por el Románico, sobre todo, y los turistas que yo he tenido en visitas y que han permanecido varios días han optado por descubrir también los Arribes y Toro.

-¿El Verano Cultural anima a los turistas a hacer cosas cuando se cierran los museos?

-Sí. Valoran mucho que haya distintas propuestas para hacer. Les atraen mucho los conciertos al aire libre en el entorno de la plaza de la Catedral y me parece un acierto recuperar la teatralización del Cerco.

-¿Se la logrado por fin desestacionalizar el turismo?

-Sí. Los turistas ya vienen durante todo el año, aunque enero y febrero son meses flojos. A partir de marzo ya comienzan a visitarnos hasta mediados de diciembre. En esos meses quienes se desplazan lo hacen a través del Imserso, asociaciones culturales o institutos que si vienen a diario están de paso, pero si coincide en fin de semana suelen optar por quedarse el sábado. Las sensaciones que se llevan de Zamora son muy buenas. Les suele gustar mucho la ciudad porque la ven muy cómoda para pasear por el casco histórico y se sorprenden con la cantidad de edificios modernistas existentes. Otro aspecto que valora mucho es la limpieza y que está muy cuidada.

-¿Demandan ruta de la judería o de Claudio Rodríguez?

-Todavía no. Desde la asociación queremos ofrecer de cara al nuevo curso escolar la ruta de Claudio Rodríguez. La creó hace unos años el Seminario Permanente del poeta, con el que ya hemos hablado, y con el nuevo curso la ofertaremos para los institutos y asociación. También creo que tendríamos que mirar hacia Portugal y gestionar quizá recorridos con Braganza, quizá desde Puebla, y con Miranda do Douro.

-¿Somos un destino de viajero cultural?

-Hay que atraer a este tipo de visitante nacional. Principalmente el turista denominado cultural que viene es extranjero. Por las visitas que hacemos los que más acuden son franceses que vienen por el Románico y por los Tapices de la Catedral, por este orden.

-Por lo que dice el Románico sigue siendo el "enganche" en la capital.

-Sí. Es necesario que el visitante conozca todas nuestras riquezas para optar por quedarse y descubrir la provincia. El enoturismo y la variedad gastronomía que ofrecemos hacen que podamos optar a ser Capital de la Gastronomía para 2019, una designación que atraería a mucha gente. He comprobado en los últimos meses cómo en la televisión han realizado reportajes sobre Zamora y sus tapas y luego muchos turistas me han preguntado por los pinchos e incluso por la zona de Los Lobos.

-El turista de naturaleza ¿está en auge?

-Es un turista mucho más informado, que sabe perfectamente lo que busca y lo que quiere ver y no suele venir a la capital. Quienes viene a Villafáfila sabe qué pájaros va a ver o si vienen movidos por el lobo o la berrea, saben cuándo tienen que venir y poco demanda nuestros servicios.

-La Semana Santa aspira a ser declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

-Creo que la Semana Santa de Zamora es de sobra conocida y quienes vienen a la ciudad saben de su existencia e incluso cuando el turista viene atraído por ella preguntan por la procesión de las Capas o el Yacente y el canto del Miserere. La creación de un nuevo Museo de Semana Santa, sin duda, atraerá a un turismo religioso que hoy en día no es muy fuerte.

-En algunas ciudades cercanas se han puesto en marcha los "free tours". ¿Les hacen la competencia a las guías oficiales?

-Han comenzado en León y en Palencia y algunas sí son guías oficiales porque son empresas de otras comunidades con carné. Luego hay otras que no llevan acreditación y que piden la voluntad. Los últimos nos hacen mucho daño porque no tiene obligaciones con el Estado y no siempre son personas preparadas. Es una de nuestras luchas porque queremos que en todas las comunidades haya un examen para que las guías seamos de calidad. En Zamora de manera puntual hemos visto a algún guía sin carné y ante eso hay que denunciar y llamar a la policía de inmediato pero, a veces, cuando llegan ya se ha ido.

-Zamora carece de un centro de recepción de visitantes.

-Y sería muy positivo abrir uno en el parque San Martín. Funcionaría muy bien porque el turista tiene la oficina de turismo con información de qué ver y hoteles, aseos y estará en pleno casco antiguo. El que había en la plaza de la Leña se cerró y creo que esta sería una ubicación perfecta porque están en la mitad del casco.