Martínez Maíllo fue artífice del sistema "híbrido" de primarias que ha terminado por descabalgarle de los primeros puestos del PP. La candidata que ganó con los votos de las bases terminó perdiendo la presidencia por los votos de los compromisarios. Casado fue refrendado como si se hubiera celebrado un Congreso al uso. Pero en su línea de pragmatismo, el zamorano es consciente de que "estas cosas pueden pasar" y que solo otro congreso podría revisar la fórmula. Califica su periodo como vicesecretario de Organización y coordinador general como "tan intensa que los tres años y medio transcurridos me parecen diez. He adquirido mucha experiencia durante un tiempo en el que el PP ha afrontado dos elecciones generales y dos mociones de censura". La última desalojó a Rajoy de la Moncloa y acabó en una crisis histórica de los populares que tendrán que recomponerse en pocos meses para el siguiente reto: las autonómicas y locales. En diciembre tendrán que estar las candidaturas. Maíllo se mostró convencido de que Alfonso Fernández Mañueco, ganador por mayoría en las primarias regionales, contará con el respaldo de la nueva ejecutiva nacional. Mientras, "seguiré trabajando con más tiempo para dedicarle a los zamoranos y mantener sus reivindicaciones, como el AVE".