La soprano Ana Lucrecia García abre hoy (Plaza de la Catedral, 21.30 horas) la tercera edición del Festival Little Opera con una gala lírica junto a la Orquesta Sinfónica de Castilla y León. Antes de este concierto, la cantante venezolana ha tenido que luchar muy duro en el ámbito de la música, primero en su país natal, después en España.

- Háblenos de sus inicios musicales a través de las escuelas de música gratuitas en Venezuela.

-El Sistema de Orquestas Juveniles de Venezuela permite que cualquier niño o joven tenga acceso a una educación musical de primera categoría, no se discrimina a nadie por su condición social, raza, inclinación política ni religiosa. Entré en este sistema porque mi madre asistió a un concierto de la orquesta de la ciudad donde nací y quedó maravillada al ver cómo unos niños hacían una música tan bella. Al día siguiente, me llevó de la mano y me inscribió en violín. Yo tenía 7 años. Fue uno de los grandísimos regalos que me dio mi madre que cambió mi vida para siempre.

- ¿Cómo se dio cuenta de que lo suyo no era tocar un instrumento de cuerda sino más bien potenciar su voz?

-Al terminar el instituto dejé el hogar paterno y me fui a Caracas a trabajar. Entré en la Orquesta Sinfónica Venezuela y cuando participé en mi primera Opera -Carmen, de Bizet- quedé prendada de esa música y empezó a interesarme el canto. Comencé a estudiar por afición y canturreaba por los pasillos imitando a los cantantes, bromeando con mis colegas músicos. Fue entonces cuando los veteranos de la orquesta me dijeron: "Muchacha, tú podrías ser cantante... tú eres una cantante". Hice caso a sus consejos y aquí estoy. Otra cosa más que agradecer.

- Han pasado muchos años de aquello, pero ¿qué le impulsó a trasladarse a España para estudiar en la Escuela Superior de Música Reina Sofía en Madrid?

-Definitivamente, el idioma. Y el hecho de que hubieran abierto el camino otros venezolanos a quienes les había ido fenomenal en la Escuela. Yo también quise probar. Así de sencillo.

- En este centro tuvo como maestros a dos figuras muy conocidas del bel canto en España: Alfredo Kraus y Teresa Berganza. ¿Qué aprendió de ellos?

-Aprendí a respetar la música, el canto, a ser rigurosa con el estudio, a cuidar la voz y a dar lo mejor de nosotros mismos al público. Grandes maestros.

- Usted ha cantando en muchos escenarios de distintos países. ¿Cuál ha sido su actuación más especial, con qué obra y por qué?

-Pues, definitivamente mi debut en la Scala de Milán. Cantar en un templo de la Opera es ya de por sí un gran evento. Hice "Attila" de Verdi y el éxito fue arrollador. Salió un artículo sobre aquello en "Il Corriere della Sera" diciendo que era el soprano revelación... Fue muy emocionante e impulsó mi carrera de una forma muy bella.

- La gala e n la que participa está dedicada a un director de orquesta fallecido, al maestro López Cobos ¿qué le parece este gesto?

-Me parece excelente. Es muy bonito que se quiera recordar y honrar la memoria y trayectoria de un gran maestro.

- A usted la definen como una cantante "verdiana". ¿Nos puede explicar qué características tiene su voz para que la califiquen como tal?

-Tengo una voz potente, de color oscuro; al mismo tiempo el timbre es aterciopelado y eso me hace ideal para interpretar a las heroínas de las obras de Verdi y sobrepasar la orquestación que tienen. Le respondo, no crea que quiero echarme flores... (risas).

- Regresa a Zamora tras ganar hace unos años el certamen de canto que hubo en la ciudad. ¿Qué representa para usted esta vuelta?

-Es cierto que gané el primer premio del Concurso de Canto Ciudad de Zamora hace años, pero en esta ocasión vengo invitada por el Festival Little Opera y gracias a su directora, Conchi Moyano, a la que conozco desde hace años. Siempre es un gusto volver.

- ¿Qué le parece la iniciativa Little Opera?

-Es una iniciativa fantástica porque permite ver espectáculos de gran calidad sin tener que desplazarse a las grandes ciudades con temporadas estables de Opera. Podéis disfrutar de buena música aquí, en casa.

- ¿Qué nos puede comentar del repertorio que va a interpretar?

-Tenemos un programa precioso. Yo interpreto arias de Andrea Chènier, La Forza del Destino, Tosca y La Gioconda, piezas intensas pero muy bellas, dramáticas en su contenido y de hermosas melodías. Hacemos también varios dúos soprano y barítono de gran dificultad técnica y muy representativos del gran repertorio operístico. El maestro Díez Boscovich y la Orquesta Sinfónica de Castilla y León completan el equipo perfecto.

- ¿Cuál es la situación de la Opera en nuestro país?

-Ha mejorado mucho desde hace unos años para acá, se contrata cada vez más a españoles que lo merecen pero aún quedan muchos más por descubrir. Pero los precios de las entradas a los espectáculos siguen siendo inaccesibles para muchas personas... Todavía queda camino por recorrer.