"Cooperación y coordinación" y una "comunicación permanente", sin perder de vista que el principal objetivo de la gestión de la Junta de Castilla y León y del Gobierno central es "atender las necesidades de los ciudadanos", ese es el compromiso adquirido ayer por el delegado del Ejecutivo autonómico, Alberto Castro, y del nuevo subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco, reunidos en la sede de la Delegación.

"Cuando las instituciones trabajan de forma coordinada, el resultado es mejor, uno más uno pueden ser cinco en lugar de dos si existe" esa disposición, declaró el máximo representante del Ejecutivo central. Blanco confirmó ese compromiso al que ambas administraciones están obligadas, al tiempo que destacaba que "su primera función es establecer relaciones de cooperación y coordinación con otras instituciones públicas porque hay asuntos que lo requieren", como los relativos a la extinción de incendios, sin olvidar nunca que "las instituciones están por encima de las personas", en referencia a los políticos.

En esa materia y en las de violencia de género y de protección de menores de edad, dadas las competencias que ambas administraciones comparten, se centrará de forma especial la colaboración entre Delegación de la Junta y Subdelegación del Gobierno, concretó Alberto Castro.

Los dos responsables públicos repasaron "la situación del campo y el monte, la previsión" en materia de incendios, indicó Castro, que destacó la labor de los servicios de extinción de incendios de la Junta, del Ministerio y a la Guardia Civil, una coordinación "inevitable y esencial" cuando se producen esos incidentes, apostilló Blanco, si bien quiso incidir en la importancia de la prevención, "dirigida a los niños" con la participación del Seprona y los técnicos de la Junta. Ángel Blanco apostilló que "si no hay coordinación los ciudadanos puede ser que las administraciones sobran". Los dos políticos visitaron el centro de control de incendios de la Delegación de la Junta en Zamora, donde departieron con técnicos.