Los trece integrantes del Mercado Ecológico que se celebra el tercer sábado de cada mes incluidos en la "lista negra" elaborada por el servicio de Comercio del Ayuntamiento de Zamora, por considerar que no tenían en regla los certificados sanitarios y de registro ecológico, exigen "a los concejales del PP que nos pidan disculpas porque han generado alarma social de forma innecesaria, nos han criminalizado y causado daño moral y económico", indicaba ayer la portavoz del colectivo, Alicia García.

"No vamos a permitir que se ponga en entredicho nuestra credibilidad", como ha sucedido, "con graves acusaciones" en las que se afirma que su actividad puede causar grave daño a la salud de las personas, indican. "Somos salud, por más que la clase política no crea" en esta forma de producir "y no se puede generar sospechas" de forma gratuita, cuando "cumplimos las garantías de todo tipo". García aclaró que no es que no presentaran certificados y registros, sino que el servicio de Comercio les pidió una documentación ajena a su actividad, por tanto, era imposible que pudieran atender esa exigencia.

De modo que, los 25 participantes en el Mercado Ecológico asistieron "perplejos" a la polémica suscitada entorno a la legalidad de sus negocios familiares, aclararon ayer, para concretar que el Ayuntamiento les exigió certificados que no se correspondían con sus actividades, como el agrícola de los productos con los que elaboran mermeladas, por ejemplo, un certificado que tiene el agricultor que los cultiva no quien adquiere el producto para transformarlo. Una situación kafkiana por la que el concejal de Comercio, Christoph Strieder, ya pidió disculpas a estos productores y elaboradores ecológicos, quienes pudieron reunirse con los técnicos municipales para aclarar el malentendido.

"No somos grandes multinacionales", agregó, al tiempo que echaba por tierra la acusación de que sus productos ponían en grave riesgo la salud de las personas, indignados por tal afirmación, cuando "se ha entregado al servicio de Comercio todo", la documentación requerida para poder comercializar los artículos. Y los que exige la Junta de Castilla y León para subvencionar el Mercado, actividades que proyectan realizar de forma paralela, desde el etiquetado de nuestros productos, que "cumplen las normas de trazabilidad sanitaria para seguir el rastro del producto en origen", hasta el etiquetado ecológico que "garantiza que esos productos tienen total garantía para el consumidor".

Los productores y elaboradores, empeñados en que el Mercado Ecológico se consolide, se mostraron muy dolidos por la denuncia efectuada y las declaraciones que cuestionaban su profesionalidad, cuando "tenemos nuestros papeles en regla, Sanidad nos visita y se nos exige más" que explotaciones convencionales y, aún así, "hemos decidido cultivar" con ese respeto máximo a la naturaleza, lo que supone someterse a "un control exhaustivo de nuestros productos y de nuestras empresas".

En un manifiesto, lamentaron que ni se les haya tenido en cuenta antes de lanzar esas acusaciones, que se haya obviado que "nos acercamos a la capital desde nuestros pueblos, muchos para salir a flote nuestros a negocios y a nuestras familias", para dar a conocer esta forma de vida en sintonía con el medioambiente.

Alicia García ecológica hizo especial hincapié en su papel fundamental en el medio rural, cuyo desarrollo "defendemos", no solo con su permanencia en los pueblos donde asientan sus negocios, con el consiguiente beneficio económico para el municipio, sino "con nuestra forma de vida". En definitiva, los productores y elaboradores de artículos ecológicos "mantenemos abiertas nuestras escuelas", los pueblos, al decidir apostar por instalar su actividad en ellos y no emigrar, a pesar de las muchas dificultades y sacrificios que implica el sacar adelante sus granjas, explotaciones agrícolas o factorías familiares de todo tipo vinculadas a la producción ecológica.