Fiscala y letrados se esforzaron para que sus consideraciones iniciales sobre el caso fueran comprensibles para las personas que conforman el jurado, legas en Derecho, y así, de paso, consiguieron exponer más claramente sus argumentos de lo que es habitual, al huir de tecnicismos. La Fiscal explicó claramente que los acusados pueden metir, porque tienen derecho a ello, pero los testigos no. Y el caso se resume muy claro: Marcelo Jurado estuvo cobrando durante un par de años unas dietas que no justificó ni tampoco devolvió pese a ser requerido para ello. Y lo hizo a sabiendas y exclusivamente por un motivo económico. La acusación además incluye al entonces tesorero, Bernardo Pérez como cooperador necesario,ya que su firma era necesaria para cobrar los cheques. La fiscal, sin embargo, exculpa a Bernando Pérez, porque él firmaba los cheques pero la justificación de gastos se hacía a posteriori. La defensa de Marcelo Jurado va a centrar su argumentación en que lo que cobraba Marcelo Jurado no eran en realidad dietas, sino parte del sueldo que la secretaria arbitró pagar en esta forma. Por tanto no era dinero sujeto a justificación, sino parte del suelo del exalcalde a quien, por cierto, Peleas de Abajo aún le debe dinero. Aclaró al jurado que su cliente es político, pero el denunciante, el actual alcalde, Félix Roncero, también lo es y ha sido precisamente para tapar "su mala gestión" por lo que inició la denuncia. Niega que Peleas haya tenido la deuda que se dice y en todo caso los 14.559 euros presuntamente defraudados no serían causa de ningún quebranto superlativo para la localidad. El abogado de Bernardo Pérez dijo que este se limitaba a firmar los cheques que preparaba la secretaria, una pesona en la que lógicamente confiaba.