La falta de empleo, la precariedad salarial o el cierre de los comedores escolares. Muchas familias zamoranas tienen que hacer frente a este tipo de situaciones ante una mala situación económica. Asociaciones de la capital como el Banco de Alimentos prestan su ayuda a los más necesitados los 365 días del año.

Durante el verano, dicha organización continúa su actividad. A lo largo de este mes la recogida de comida o las acciones habituales del colectivo no cesan, aunque su centro permanecerá cerrado en agosto con motivo del período vacacional. Sin embargo, las actividades solidarias del Banco de Alimentos seguirán realizándose en esta estación, en la que su principal tarea se localizará en las celebraciones festivas de distintos municipios zamoranos. "Se harán recogidas durante las fiestas de algunos pueblos, a lo largo de todo el verano y en colaboración con las asociaciones o los ayuntamientos de cada lugar", apunta el presidente de la organización en la capital, Andrés Rincón, quien destaca la importancia de cualquier tipo de ayuda porque sin ella el funcionamiento de sus acciones sería más difícil y, como comenta, "se pueden recoger alimentos y eso siempre es algo positivo".

La principal preocupación de la mencionada asociación en Zamora en la etapa estival se centra en la población infantil. En esta época del año, los niños más necesitados sufren las consecuencias del final de curso y el cierre de los comedores escolares. Esta situación no solo está presente en la capital, sino también en todo el territorio nacional. "Los más pequeños tienen que seguir siendo atendidos durante el verano cuando dejan el colegio, y para ello el Banco de Alimentos no deja de buscar la colaboración con la Diputación, la Junta o el Ayuntamiento", comenta Rincón. El apoyo institucional es, de esta forma, un elemento muy relevante para el buen funcionamiento de la asociación en cualquiera de las iniciativas que llevan a cabo. Además de la búsqueda de apoyo por parte de los organismos públicos, el Banco de Alimentos también participa en actividades como campamentos de verano para niños, a los cuales proporciona comida para los días en los que están fuera de sus hogares.

A lo largo del 2018, desde la presidencia de la asociación zamorana hacen un balance muy positivo acerca de la recogida de alimentos. Durante este año, la organización ha contado con la colaboración de más de trescientos voluntarios a los que ha recibido con los brazos abiertos porque la necesidad persiste todos los días del año. "La gente de Zamora es muy colaboradora y aunque el voluntariado cuesta más en épocas como la Navidad, cuando se lleva a cabo la gran recogida de alimentos en los diferentes supermercados, la población siempre está dispuesta a prestar su apoyo", señala Rincón. Y es que la ayuda no solo es precisa en cuanto a la participación activa dentro de la agrupación, sino que es igualmente importante el altruismo de las personas que deciden entregar alimentos para quienes más los necesitan. "Los zamoranos colaboran en todos los sentidos, como voluntarios o con donaciones puntuales", añade.

A pesar del balance positivo en relación a la solidaridad que muestran los ciudadanos de la capital y a la cantidad de comida que logra recogerse en cada campaña, desde el Banco de Alimentos son conscientes de que la situación económica de muchas familias no mejora y los problemas tampoco disminuyen, "la economía no está saneada, no hemos salido de la crisis y los salarios siguen siendo precarios aunque según las estadísticas haya bajado el paro, pero los alimentos no dejan de ser necesarios", observa el presidente.

De esta manera, en toda la provincia la asociación zamorana asiste a una totalidad de 2717 personas, por lo que consideran muy importante generar conciencia en la ciudadanía, "que la gente sepa lo que ocurre en el lugar donde vive, que se entere de la cruda realidad de las personas que necesitan ayuda y tienen que acudir al Banco de Alimentos", sentencia Rincón.