Con verdadera pasión habla Alberto Martín de la exposición acerca del poeta zamorano León Felipe que acaba de abrir sus puertas en el Museo Etnográfico, tras varios años de trabajo.

-¿Cómo surge la propuesta de esta magna exposición?

-Del interés del patronato de la Fundación León Felipe por aprovechar la efeméride de los 50 años del fallecimiento, una oportunidad para recordar y divulgar la figura del poeta. El legado, que es propiedad del Ayuntamiento de Zamora, está depositado en el Archivo Histórico Provincial, donde hizo una grandísima labor Florián Ferrero a través de una primera descripción archivística, una tarea que continúa el actual director, Miguel Ángel Martín. A partir de ahí, queríamos que no solo fuera el legado del poeta lo que se viera en la muestra sobre su figura.

-¿Por qué?

-Porque León Felipe es un personaje muy desconocido y no se trataba solamente de situar unas fechas límite, su nacimiento en 1884 y su muerte en 1968. Queríamos hablar de la intensa biografía y de su obra, así como del impacto de su producción poética y de sus relaciones personales. Felipe Camino estuvo en contacto con grandes figuras, un aspecto que considerábamos importante. Tal es el caso de Buñuel o Lorca, o incluso la transcendencia de León Felipe en palabras de Vicente Aleixandre o Gabriel Celaya. La idea era hacer una exposición muy divulgativa, con un envoltorio visual y atractivo.

-Esas ramificaciones asociadas a la figura del autor tabarés han conllevado un amplio rastreo archivístico.

-Durante dos años hicimos para el Ayuntamiento un trabajo de rastreo. Cuando te dedicas a la investigación siguiendo la vida de León Felipe te surgen muchos caminos que puedes seguir. Afortunadamente a día de hoy hemos localizado muchas nuevas fuentes de León Felipe que no se conocían, muchas cartas a grandes autores como, por ejemplo, las misivas con Ángel del Río e incluso la propia carta que aparece de Unamuno en la muestra, donde León justifica su marcha a Guinea y hasta un vaciado de prensa, fundamental cuando te aproximas a un personaje contemporáneo. En la muestra está la primera entrevista que concede León Felipe en el año 1920 en el diario Tribuna, que es interesantísima, porque se pueden estudiar las influencias que tiene en ese momento, confesadas por él mismo. La tarea de rastreo fue también de documentación visual porque hay imágenes que sirven de transición entre los poemas, instantáneas de Enrique Amorim, un uruguayo que fotografía a grandes intelectuales de la época.

-Ha llamado a las puertas de más de 30 instituciones españolas y mexicanas, así como de colecciones privadas para reunir más de 150 obras.

-En España es una persona no muy conocida porque él se marcha pronto, mientras que en México se trata de una figura muy reconocida. De ahí que tuviera claro que tenía que haber colecciones españolas y mexicanas. El proyecto se presenta a Acción Cultural Española, la gran sociedad de exposiciones conmemorativas, lo que supuso entrar a formar parte de un equipo de profesionales envidiables. También se implica la Junta de Castilla y León. Además, hay un elemento esencial, que es el envoltorio, obra de Enrique Bonet, uno de los grandes museógrafos, y la ejecución de grandes profesionales.

-Entre las piezas presentes hay algunas cedidas por la Fundación García Lorca o Alberti, además de la Biblioteca Nacional, de la RAE o del Archivo General de la Administración.

-En la parte de Guinea se puede ver el nombramiento de administrador de hospitales y una foto del 1932; los informes de los gobiernos cuando León Felipe hace esa gira por toda América a mediados de los 40; documentos procedentes del Archivo General de la Administración. En estos informes incluso los que no compartían su ideología destacan su forma de hablar. Era un hombre que no dejaba indiferente a nadie. De la Biblioteca Nacional viene el discurso de Israel cuando a León le hacen entrega del bosque simbólico en el país hebreo en agradecimiento por su compromiso con el pueblo judío. Además, todos los libros de la exposición son primeras ediciones, algunas del legado y otras de Biblioteca Nacional. De la Residencia de Estudiantes tenemos un retratito de Moreno Villa o algún volumen de su biblioteca. La Fundación García aporta el libro Versos y oraciones de caminante, que le entrega el propio León Felipe a Federico porque eran grandes amigos. Es un libro que tiene un valor emocional y testimonial. De la Fundación Gerardo Diego, quien fue amigo y vecino porque se crió en la misma calle que León Felipe, se expone una carta. De la Casa Museo de Unamuno traemos desde la epístola del escritor tabarés a Miguel de Unamuno en verano de 1920 en la que le transmite su desencanto por España, hasta el dibujo original de Unamuno "Don Quijote crucificado", un tema alegórico que tuvo mucha presencia en León Felipe. La Real Fundación de Toledo cede el busto que Victorio Macho le hace al poeta en 1946 en Lima y del archivo de este escultor procede el manifiesto impreso "Good Bye Panamá". Desde Santander vienen documentos de la apertura de la farmacia, donde se puede ver el plano de la fachada del proyecto con el nombre de Felipe Camino y la guía Arco de 1908, una especie de actuales Páginas Amarillas, donde puede verse el anuncio del establecimiento. De la Universidad Central de Madrid, actual Complutense, figura parte del expediente académico.

-Y ¿qué peso tiene el legado en la muestra?

-Está entremezclado con las piezas. Del legado mostramos el manuscrito "Ganarás la luz" además de "¡Oh, este viejo y roto violín". Exponemos libros y obra artística, como retratos que le hace Moreno Villa a León o el que realiza Cristóbal Ruiz a Berta Gamboa. Mucha foto testimonial y de época también son del legado. De Zamora también procede la figura del homenaje de Lobo a León Felipe y dos piezas muy importantes de Hipólito Pérez Calvo, el boceto del monumento de Tábara que abre la muestra -dado que el poeta dice aquello de "soy un hombre de barro que aún no está cocido"- y un estudio de la cabeza del poeta en escayola.

-Las esculturas a las que alude abren y cierran el discurso expositivo, rodeadas de fotografías en un caso alusivas a las circunstancias del poeta y en otro, a sus influencias e influenc iados.

-La muestra tiene cinco capítulos "En búsqueda de León", "Comienza el éxodo", "Guerra y paz", "La búsqueda de la luz" y "Más allá del papel". Hemos intentado hasta que los colores estén relacionados con lo exhibido. Al principio aparece en la moqueta el marrón que es un surco de Castilla. Luego, en el capítulo sobre la guerra cambia el color del suelo a un gris oscuro.... Desde el comisariado hemos pretendido no contar demasiado, sino sugerir al público. En algunas cartelas aparece una información muy somera y en otros casos, una doble tarjeta para que el visitante descubra el motivo de la presencia de la pieza en la muestra.

-¿Po r qué tiene tanto peso la fotografía?

-Cuando quieres acercar a un autor a quien muchos no han puesto cara, lo primero que hay que indicar son sus fechas, su encuadre histórico y su cara. No hemos pretendido que sea una imagen testimonial o documental, pero también es muy interesante poner imágenes a uno de sus versos. Así el poema "¡Qué lástima!" lo hemos ilustrado con una fotografía de Juan Guzmán, de la Fundación Televisa, o para ilustrar su búsqueda de la luz hemos utilizado una imagen de Herbert List, de Magnum Photo, sobre los peregrinos de Guadalupe. Hay muchas copias de época para ir más allá, para dar una interpretación fotográfica y conceptual. También tiene el peso el audiovisual. Queríamos que durante todo el recorrido su obra estuviera muy presente. Se nos ocurrió un audiovisual formado por sus poemas.

-Versos del tabarés declamados por voces muy significativas dan la bienvenida al visitante de una manera muy atractiva.

-El espectador ve al llegar una instalación en gran formato con el nombre del autor y la pregunta "¿Quién soy yo?, pero lo que lo está iluminando es la propia poesía y la propia imagen del autor. Hemos contado con Joan Manuel Serrat, Juan Echanove, Emilio Gutiérrez Caba, Gloria Muñoz, Vicky Peña y Mario Gas, que declaman versos de León Felipe. Entre poema y poema, hay imágenes de transición reales del autor que se han logrado rastreando y que se han digitalizado para su conservación.

-La dependencia presenta gasas a modo de muros que separan ámbitos de la exposición.

-Ha habido un proceso de pintura de la sala, de enmoquetado, de retirada de muros centrales para hacer un espacio diáfano compartimentado a través de una serie de gasas, como recurso que da mucho peso a la exposición porque ves un telón gasa de Castilla y a lo lejos ves el mar del exilio. Se trata de un juego que exige una buena iluminación.

-Al recorrer la sala no parece ser el espacio de muestras temporales del Etnográfico.

-Tengo que dar las gracias al Etnográfico porque desde la dirección todo han sido facilidades. El Museo Etnográfico de Castilla y León en este proyecto es más que un recipiente. Se ha involucrado en este proyecto de muchas instituciones multinivel.

-¿Qué le debemos al museógrafo Enrique Bonet, quien ha realizado el anteproyecto expositivo para el nuevo Museo de Semana Santa, en la muestra?

-La forma de presentarlo. Lo primero que quiso es que le contásemos quién era este poeta porque no podía presentar algo que no conocía. Él utiliza unos colores y unos planos que maneja tras conocer al personaje. Desde el comisariado se vertebra la muestra en cinco capítulos y él lo que hace es ponerlo en escena en una muestra donde la estética y el envoltorio son fundamentales. Ha creado un espacio muy diáfano donde se puede interactuar.

-¿La mayor complicación hasta llegar a materializarla??

-Hay muchas entidades implicadas, pero ha habido una excelente colaboración y grandes profesionales en el proyecto. León Felipe es un personaje tan apasionante y gran grande que muchas veces es complicado elaborar un discurso donde acerques al personaje sin perder el carácter divulgativo. Esa es una de las grandes dificultades que tiene un comisario en una muestra.

-¿Qué le gustaría que la gente se llevara de la muestra?

-Me gustaría que la gente tras ver la exposición vaya a una librería a comprarse un libro de León Felipe. Sería el mayor triunfo. Queremos acercar a León Felipe, pero que el público también le lea porque van a descubrir un universo fascinante. Leyendo sus versos se puede conocer su biografía.

-Para Alberto Martín, a título particular, ¿qué piezas pueden sorprender más?

-Entre otras, al público le va a impactar el busto "El último suspiro de don Quijote" de Blasco Ferrer, una pieza con un valor simbólico para los exiliados en Francia. Yo tengo mucho cariño al retrato que le hace Jesús Martí, que viene de México de la colección privada de Carmen Tagüeña, la presidenta emérita del Ateneo de España en México. Le tengo afecto precisamente por el cariño que Carmen le ha puesto a esta exposición. Hay instituciones que puede que no estén presentes, pero que han colaborado como es el Ateneo.

-¿Irá la muestra al Ateneo de España en México?

-La directora general de Acción Cultural, Elvira Marco, en la inauguración anunció que se está tratando de que la muestra viaje a México. No sé si finalmente irá, ni donde se mostrará. Lo que sí sé es que la muestra está en Zamora hasta el 30 de septiembre y que en octubre viaja a Casa de América, un espacio magnífico por ubicación y por sentido, porque León Felipe pasó la mayor parte de su vida en México. A partir de 2019 comenzará un periplo en una versión adaptada por algunos centros internacionales del Instituto Cervantes.

-¿Cómo será el planteamiento expositivo para Casa América?

-Estamos trabajando ahora en el planteamiento porque los espacios son diferentes y hay que realizar adaptaciones. De manera paralela prepararemos el modelo de exposición que se pueda llevar a los centros internacionales del Cervantes.

-La muestra estará abierta todo el verano. ¿Habrá visitas guiadas y actividades paralelas?

- En los próximos días comenzarán las visitas guiadas y se está ultimando un programa de actividades pensadas para septiembre.

-¿Qué piezas pretendieron que estuviera y no se lograron?

-Finalmente, ninguna. Ha habido piezas que han sido complicadas de traer por su conservación, lo que te exige que la manipulación y el transporte lo hagan manos expertas de profesionales. Es un proyecto muy satisfactorio porque es un personaje al que quieres que la gente descubra y lean. He hablado con mucha gente que lo conoció e incluso con fotógrafos que viven y que lo fotografiaron, lo que es un placer.

-¿De qué manera la información recopilada en la preparación de la muestra será divulgada?

-Por el momento ya forma parte del legado. Documentación original que está en Estados Unidos se ha digitalizado. Uno de los objetivos de la Fundación es conservar el legado y enriquecerlo y yo sigo trabajando. Se ha creado una página web que se convertirá en una plataforma digital de León Felipe. Por el momento, se ha puesto en marcha y paulatinamente se irán sumando contenidos.

-Tras el periplo de itinerancias ¿el legado se exhibirá de manera permanente?

-Es una decisión que tiene que tomar el patronato y ver las posibilidades que tiene y lo que realmente se puede exponer. Esta muestra, sin duda, es una excelente oportunidad para acercarse al legado. Que en el futuro pueda haber algo más será algo a plantearse, porque hay documentos muy interesantes de León Felipe, de Rafael Alberti o de Octavio Paz, obras de Ginovart, entre otros artistas.