Judith Rodríguez ha vuelto a nacer. Ella misma lo reconoce desde la habitación el hospital en la que sigue con su proceso de recuperación tras el accidente que sufrió el pasado 10 de junio en Navas de San Antonio (Segovia), cuando regresaba de una competición de esgrima. La deportista, natural de Vigo, sufrió la amputación parcial de su pierna derecha, pero ahora su mayor preocupación es agradecer a los dos policías nacionales zamoranos Rubén Martín y Andrés Rodríguez, cuya intervención considera vital. "Los considero mis héroes y mis salvadores. Son las dos personas que me han regalado mi segunda vida. Gracias a ellos he vuelto a nacer y tengo dos cumpleaños, el 11 de septiembre y el otro, el 10 de junio, que fue la fecha del accidente", asegura la tiradora, que responde con un "muy bien" abrumador a la pregunta de cómo se encuentra. El lunes pasaba de nuevo por quirófano para ser operada de las múltiples fracturas en el brazo y para una cirugía plástica en la pierna.

Judith Rodríguez es una de las firmantes de la petición de condecoración para los policías que auxiliaron a la viguesa el día de su accidente. Dicha petición está firmada también por Luis Miguel Díaz de Luis, presidente del Club de Esgrima El Olivo; Manuel Jesús Rodríguez, padre de Judith y directivo del club; y Manuel Mariño, Maestro y Director Técnico del club. "La pericia y rapidez en ejecutar esta acción salvó la vida de Judith, en claro peligro en ese momento", dicen en su escrito. "Eternamente agradecidos y apelando a la buena voluntad y espíritu de colaboración de estas personas, solicitamos a quien proceda una condecoración para Rubén y Andrés", indican.

"Yo no creo en las casualidades, pero coincidió que el coche de estos dos policías pasó minutos después por el accidente y que, además, hubieran hecho recientemente un curso de torniquetes", puntualiza la tiradora viguesa. "Ya no les doy las gracias solamente por el torniquete que me hicieron en la pierna, sino por haberme tranquilizado y por darme calma cuando estaba a punto de morir", dice con entereza.

Así, relata cómo uno de los agentes "entró por detrás del coche". En ese momento, "le pregunté qué iba a pasar con mi pierna. Me dijo que estuviera tranquila. Me mandó respirar y me dijo que no sabía qué iba a pasar con mi pierna, pero que hoy en día había muchos adelantos". Se hace un silencio en la habitación. Y sigue con su relato. "Me pidió que le hablara de cómo había ido la competición de esgrima de la que venía, para distraerme y hacerme más llevadera la espera hasta que llegó la ambulancia". Lo recuerda todo a la perfección.

"Son dos desconocidos, pero pienso en ellos a diario. Cada vez que me voy a dormir pienso en esas dos personas y al levantarme por la mañana también. Me gustaría reencontrarme pronto con ellos", expresa.

Otra persona que está resultando muy importante en su recuperación es la deportista Desirée Vila, la gimnasta que perdió una pierna tras la complicación de una lesión que sufrió durante un entrenamiento. La viguesa, que ahora está en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid preparándose para los Juegos Paralímpicos de Tokio, ha visitado a Judith en el hospital en varias ocasiones y está en contacto permanente con ella. "Está siendo un gran apoyo", reconoce.