Luis Antonio González ha dividido el esfuerzo de su carrera musical entre la investigación de los archivos antiguos, la interpretación y la dirección. El viernes (22.00 horas) ofrece un concierto en la Catedral a las teclas del clave junto con la soprano Olalla Alemán, con entradas ya a la venta en el Museo Catedralicio.

- Que la Catedral sea el escenario en el que se desarrolla el concierto de este viernes, ¿supone un aliciente especial?

-Por el tipo de música que hacemos, estamos bastante acostumbrados a tocar en marcos especiales como este. Cada uno tiene unas características específicas, un carácter espiritual particular y una componente estética espectacular. Son factores que influyen en lo que haces, junto con las características acústicas, que siempre son nuevas en función del espacio que sea seleccionado.

- La iniciativa parte del Cabildo, con el objetivo de dar a conocer la historia del templo, ¿le parece adecuada la música como vehículo de comunicación?

-Desde luego. La música ha formado parte siempre del ambiente, de lo visual, lo sensorial, en las catedrales a través de las capillas de música, su maestro y sus instrumentistas. Ha estado también presente tanto en la liturgia como en otro tipo de actividades paralelas. En el siglo XVII, época a la que pertenece la música que vamos a hacer este viernes, había una actividad que con frecuencia se hacía en catedrales y colegiatas: las siestas. Eran conciertos que se celebraban durante fiestas como el Corpus y, como su nombre indica, se hacían después de comer, a la hora "sexta".

- Habla del pasado. Hoy hay que recordarlo a través de conciertos porque aquellas actividades se perdieron. Usted ha dedicado buena parte de su vida a la investigación de ese pasado hoy desaparecido?

-No sabría decir qué fue primero: si la investigación o la música. Una cosa lleva a la otra. A mí siempre me ha gustado abarcar todo el proceso, desde los archivos hasta la interpretación y la grabación.

- La investigación ha avanzado mucho en las últimas décadas, ¿qué nos queda por descubrir?

-En España ha habido una tradición importante de investigación desde el siglo XIX, aunque durante mucho tiempo circunscrita a ámbitos pequeños. Expertos en este ámbito durante décadas y después la entrada del estudio de la música en las universidades han incrementado esta labor de conocimiento. En todo caso, el patrimonio español es tan vasto que es casi inabarcable, la mayor parte en archivos religiosos, pero también en civiles, como la Biblioteca Nacional o la de Cataluña. Hay muchos archivos, muchos tesoros, aún por descubrir.

- En 1992 funda el grupo Los músicos de su alteza, ¿qué le lleva a iniciarse en esta aventura?

-Todo forma parte de un proyecto personal, como le comentaba, que va desde la investigación a la interpretación. En mi caso, soy organista y clavecinista y el trabajo de archivo e investigación me llevó a fundar un grupo que plasmara, diera salida, a toda la música en la que trabajaba. También nos hemos dedicado, en todo caso, a los grandes maestros del Barroco, como Bach o Handel.

- ¿Ha evolucionado mucho la formación en este cuarto de siglo de vida?

-Hemos tenido la suerte de que la mayor parte de los músicos están desde la fundación, aunque también se han incorporado muchos intérpretes en estos años.

- ¿Cree que existe un interés suficiente en la sociedad por la música antigua o al público le cuesta comprar una entrada para estos espectáculos?

-La música antigua tuvo un auge importante en España en la década de los ochenta y noventa, como eco de lo que había pasado en los setenta en otros países. Luego hubo cierto bache y ahora sigue suscitando interés. Quienes nos dedicamos a la música histórica sabemos que nunca tendremos tanto público como en un estadio de fútbol, tampoco se pretende. Debemos seguir trabajando en la difusión de esta música y en sus posibilidades de disfrute desde la escuela. El público se va educando a estas músicas nuevas y se va acostumbrando, pero ese primer contacto debería empezar desde niños.

- Háblenos de Olalla Alemán, la soprano que le acompaña en este concierto.

-Olalla es una soprano bien conocida en el mundo de la música clásica, actúa con formaciones muy relevantes en diversos países y con Los músicos de su alteza trabaja desde hace varios años.

- ¿Cómo va a sonar el programa que ha denominado "Corazón traspasado. Discursos morales y espirituales"?

-El programa que vamos a hacer es de música religiosa adecuada al espacio, con obras de autores españoles e italianos del siglo XVII. Está centrada en temáticas como la Pasión o la cruz. El título habla de una música apasionada, por su escritura y forma de concepción. Son dos palabras que aparecen en una de las obras, de Juan Berges, "Oh, santísima Cruz". Lo de discursos se refiere a la forma de sermón en la que se sirve esa música.