El CES "apoya la iniciativa del Parlamento Europeo, que aprobó una resolución no legislativa en la que pide que las regiones de la Unión Europea con población envejecida, baja natalidad y éxodo de jóvenes, debido a las limitadas oportunidades laborales, reciban más ayudas comunitarias. La pérdida poblacional se centra mayoritariamente en las áreas rurales. Es necesario un marco legislativo que determine qué regiones están afectadas por la despoblación debiendo beneficiarse de un trato prioritario. Se debe contar con créditos presupuestarios en todos los fondos estructurales". Para el CES, "los pueblos y las pequeñas ciudades son catalizadores del desarrollo rural, y hay que abordar sin dilación los retos y oportunidades en este ámbito. Consideramos que, pese al creciente desequilibrio demográfico y el declive de la actividad económica tradicional, en muchos pueblos y pequeñas ciudades, existen suficientes indicios de buenas prácticas para confiar en un futuro sostenible para muchos asentamientos rurales". Aboga por "una ordenación del territorio que valorice estas pequeñas ciudades y centros de servicios como base de la calidad de vida en el medio rural".