Salía del supermercado cuando un hombre se le acercó para preguntarle la dirección de la sede de la ONCE en Benavente. A partir de ahí, todo fue rodado: el anciano terminó por perder 5.000 euros que había reunido para cambiarlos por un supuesto cupón premiado que le enseñó el desconocido. Y cuando el zamorano se negó al intercambio, arrepentido de entregar tanto dinero, el delincuente que le había abordado en plena calle y su cómplice le robaron el dinero.

Los dos individuos, de fuera de la provincia de Zamora, no estaban dispuestos a que les fallara el timo del toco mocho y quedarse sin el casi millón de las antiguas pesetas. Uno de ellos, en prisión y con antecedentes penales por perpetrar varias estafas, quien ha negado haber estado en Benavente en abril de 2013, cuando se produjo el vecino de esa localidad sufrió el robo con violencia, se enfrenta a una condena de 20 meses de prisión, pena que solicita el Ministerio Fiscal como acusado de un delito de robo con violencia, además de la devolución de la cantidad que supuestamente le sustrajo.

La víctima relató cómo el procesado, de iniciales F.P.S.S., al que reconocieron a través de grabaciones de cámaras de seguridad, se le aproximó porque buscaba la oficina de ONCE para cobrar un boleto premiado. En ese preciso momento, otro individuo se les acerca y le convence para que haga un trato con el primero: ofrecer dinero a cambio del cupón, por supuesto, menos del que conseguiría haciendo efectivo el premio. Al final, fijan la cantidad en 5.000 euros que el anciano logra reunir para entregarlo al dueño del cupón, tras llegarse a casa en el vehículo que uno de ellos dice tener aparcado, según consta en la denuncia, hechos que la Fiscalía entiende probados durante la fase de instrucción.

Las complicaciones surgen cuando, ya con el benaventano regresa con dinero encima y, antes de efectuar el trueque, se ofrecen a acercarle al club del jubilado de la localidad, a donde se dirigía. Llegados al paraje de La Cantera, los dos delincuentes detienen el turismo, se bajan y ante la negativa del anciano a entregarles el dinero, deciden robárselo del bolsillo de la chaqueta donde lo llevaba y fugarse con los 5.000 euros.

Las grabaciones de las cámaras de seguridad de los establecimientos en los que estuvo estacionado el automóvil con el que trasladaron al vecino de Benavente para perpetrar el timo permitieron a la Guardia Civil identificar el turismo y al propietario del mismo, quien se lo había vendido a una tercera persona, que resultó ser la misma que describió el anciano como la que le había enseñado el cupón del sorteo de la ONCE.

Sin embargo, ninguno de los dos logran en una rueda de reconocimiento celebrada en 2015 identificar de nuevo al delincuente, que negó ante el Juzgado de lo Penal haber tenido nada que ver en este intento de timo y robo.

En la vista oral, el anciano explicó que tanto el procesado como su cómplice evitaban, en la medida de lo posible, que se les viera la cara para impedir que les pudiera reconocer, asimismo iban vestidos de tal forma que disimulaban su complexión física, camuflada bajo las ropas para impedir una descripción acertada de su aspecto corporal.

Las pesquisas llevadas a cabo por la Guardia Civil permitieron localizar al acusado y que el anciano pudiera reconocerle como el autor del robo.