Carnes, frutas, verduras, leches infantiles, patatas y huevos son algunos de los alimentos que más se repiten en la lista de la compra de los beneficiarios. Frente a los productos no perecederos que eran incluidos en las bolsas de reparto, el nuevo método abre la puerta a la adquisición de productos frescos mejorando así la alimentación de los usuarios. Tal y como precisan desde Cáritas, la iniciativa también persigue implicar a las familias en la compra responsable de alimentos. "No es cuestión de darle las cosas hechas sino también de hacerles responsables", explican. Además, desde la organización velan por el correcto uso de la tarjeta, dedicada a la compra de alimentos de primera necesidad y no a la de otros productos.