A pocos metros de la Feria de la Cerámica, un boceto de barro realizado por Hipólito Pérez Calvo abre la exposición "León Felipe: ¿Quién soy yo?". Él solía decir que está hecho de un barro que no está bien cocido todavía. De hecho, cincuenta años después de su muerte, la respuesta a la pregunta que él mismo se formuló durante toda su vida aún se sigue modelando. Poeta, farmacéutico, conferenciante, actor, traductor, militante republicano? sus facetas fueron múltiples. Sus apodos también: poeta errante, poeta romero, poeta de barro, poeta del exilio. Pero por encima de todo, como sintetizó ayer Alberto Martín, Felipe Camino García de la Rosa fue "el hombre de la paz y de la libertad", uno de los primeros en oponerse al fascismo incipiente de la época.

Para el comisario de la exposición inaugurada ayer en el Museo Etnográfico, Alberto Martín, el proyecto que ahora ve la luz tras dos años de trabajo es uno de esos "caramelos que a uno le ponen en la vida con tan buen envoltorio" que invita a descubrir el "infinito universo poético y vital" del autor zamorano. "De Tábara pero también universal, presente y ausente al mismo tiempo, tan castellano como americano", como apostilló Mar Sancho, directora general de Políticas Culturales de la Junta de Castilla y León. Si bien es cierto que para un poeta el mejor homenaje es conocerlo, lo mejor es leerlo, como sostenía Sancho. De ahí que finalizara su intervención recitando unos versos de "Cara o cruz" no sin antes agradecer la "ilusión contagiosa" y la colaboración institucional de las entidades organizadoras: Acción Cultural y la Fundación León Felipe en colaboración con el Ayuntamiento de Zamora y la Junta de Castilla y León.

En este sentido, Elvira Marco, directora general de Acción Cultural, también alabó el trabajo de colaboración llevado a cabo durante todo este tiempo en pro del escritor zamorano, a quien recordó con un texto de Rafael Alberti: "Decía Alberti que vio tres veces a León Felipe, que siempre venía desde muy lejos, que parecía venir de un mundo muy lejano. Y nos dejó esta cita: Era un ángel, un niño, un hombre, uno de los hombres más puros, uno de los poetas más buenos de España".

Por su parte, el alcalde de Zamora y presidente de la Fundación León Felipe, Francisco Guarido, destacó este "inmenso salto" en la difusión del legado, adquirido por el Ayuntamiento de Zamora en 2002 con "gran esfuerzo" de la corporación de principios de siglo a instancias del entonces regidor Antonio Vázquez y custodiado por el Archivo Histórico Provincial. Asimismo, Guarido tuvo palabras de especial agradecimiento a María Eugenia Cabezas: "Hay que dar las gracias a la concejala de Cultura porque sin su ímpetu y sin sus ganas yo creo que no se hubiera conseguido", confesó".

Por último, Fernando Cadenas y Blanca Molet, dos de los veinte sobrinos nietos del autor, mostraron su "orgullo y satisfacción" por la magna exposición.