El nuevo subdelegado del Gobierno central en Zamora, el socialista Angel Blanco, promete cercanía y proximidad a los ciudadanos para escuchar sus necesidades e inquietudes, así como transparencia en su gestión, en la que se comprometió a abrir la institución a los agentes económicos y sociales, todos los colectivos, para trabajar en paliar la situación de «verdadera caída libre» que vive la provincia de Zamora, donde «30 de cada 100 habitantes tienen más de 65 años», población no activa, y de donde los jóvenes se van para buscar su futuro con lo que solo 17 de los 248 municipios supera el millar de habitantes, «las escuelas cierran y los cementerios se amplían».

Por su parte, la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, que ensalzó la capacidad de trabajo de Blanco, incidió en la evolución demográfica de la provincia y de Castilla y León, «la más negativa en lo que llevamos de década y de siglo» para asegurar «el compromiso del Estado con Zamora, hay que discriminar positivamente», declaró, «sé de lo que hablo porque vengo de Soria», remachó, «es el momento de dar respuestas reales», de poner en marcha «herramientas para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos».

El máximo representante del Ejecutivo de Pedro Sánchez en Zamora, que expresó su «voluntad de trabajar», con «ilusión y compromiso», puso el acento en la urgencia de superar los datos estadísticos de despoblación en la provincia que calificó como «aterradores» y que «inducen al pánico» para lo que llamó a «la coordinación de toda la sociedad para no desaprovechar oportunidades, recursos ni ideas».

Ángel Blanco, que tomó ayer posesión tan solo ante un ejemplar de la Constitución como testigo y arropado por la dirección del PSOE zamorano y alcaldes y militantes socialistas, se comprometió a poner todo su empeño en la lucha contra las deficiencias de Zamora, contra la violencia de género y el machismo.

La delegada destacó la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a las q estará al frente, como gatantes de los derechos y libertades de los ciudadanos, elementos fundamentales de la paz social e incidió en el bajo número de delitos al año en Zamora, lo que la convierte en una de las provincias más seguras del país, gracias al «trabajo ejemplar de la Policía Nacional y la Guardia Civil», a los que invitó, junto al subdelegado, a «evitar el conformismo». Exigió «especial vigilancia para evitar la violencia de género» y un trato respetuoso para las víctimas de maltrato.