La "Vía Verde" o Camino Natural Ruta de la Plata continúa sumando kilómetros a su paso por Zamora sobre la antigua línea de tren Plasencia-Astorga. Después de comprobar "in situ" la semana pasada que las obras del primer tramo comprendido entre Villanueva de Azoague y Barcial del Barco avanzan a buen ritmo, la presidenta de la Diputación de Zamora Mayte Martín Pozo se reunió ayer con representantes de los municipios afectados para dar el siguiente paso.

Alcaldes y concejales de Valcabado, Monfarracinos, Cubillos, Moreruela de los Infanzones, Piedrahita de Castro, Pajares de la Lampreana, San Cebrián de Castro, Manganeses de la Lampreana, Granja de Moreruela, Villarrín de Campos, Santovenia, Villaveza del Agua y Barcial del Barco mantuvieron un encuentro en el antiguo Hospital de la Encarnación para dar su conformidad unánime a la solicitud de cesión de los terrenos propiedad de ADIF durante veinte años prorrogables a otros diez para acometer la reconversión de esta vía como una alternativa de ocio.

Desde la Diputación ya se ha redactado la carta para solicitar una nueva reunión al órgano encargado de ejecutar las obras -el extinto Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, ahora rebautizado como Ministerio de Transición Ecológica- a fin de concretar los últimos detalles del proyecto.

Este segundo tramo, presupuestado en torno a 1,8 millones de euros, abarca el trayecto comprendido entre Barcial del Barco y la capital por Tierra de Campos donde, en palabras de Martín Pozo, "hay bastante que ver y que enseñar" como las lagunas de Villafáfila, el monasterio de Granja de Moreruela, las ruinas de Castrotorafe o incluso a nivel deportivo el campo de golf de Villarrín de Campos que refuerzan desde el punto de vista turístico esta ruta natural, ideal para caminantes, ciclistas y peregrinos.

Además, el antiguo trazado ferroviario contará con áreas de descanso como la habilitada en Barcial del Barco, donde el Ayuntamiento de la localidad costeará la mejora de la zona con dinero de las arcas municipales. En este punto, cabe recordar que es el Gobierno quien financia estas actuaciones con fondos europeos -de ahí también la agilidad en los plazos de ejecución-, por lo que el papel desempeñado por la Diputación se limita a mediar entre los municipios afectados, además de velar en el futuro por su mantenimiento durante ese periodo de veinte años.

Así las cosas, con la ejecución de las obras de la primera fase ya casi finiquitadas y la tramitación de la segunda en ciernes, tan solo quedaría abordar el tercer y último tramo de unos 30 kilómetros desde la capital hasta El Cubo del Vino para seguir rehabilitando la antigua línea ferroviaria, en desuso desde mediados de los años ochenta.