La modificación del Plan Especial del Casco Histórico que irá mañana a comisión resulta "tanto conveniente como necesaria" para el equipo de Gobierno, que sustenta su teoría en cinco razonamientos que validan el interés público de esta maniobra. En primer lugar, se incide en la idea de que los cambios suponen incrementos en el ámbito sociocultural, pero sin implicar aumentos de edificabilidad residencial ni de cualquier otro uso diferente al propiamente museístico. En segundo lugar, se aborda la circunstancia de que la modificación permite ampliar el Museo de Semana Santa actual tanto en superficie como en altura, pero siempre manteniendo la ubicación existente.

El Consistorio, además, cree firmemente que la ampliación del espacio potenciará tanto el propio Museo como el entorno donde se ubica, en una encrucijada entre el Museo Etnográfico y la iglesia de Santa María la Nueva, sirviendo de elemento regenerador del Casco Histórico. En cuarto lugar, apuntan desde el Ayuntamiento de Zamora que la modificación se adapta a la normativa urbanística y la edificación resultante estará adaptada a los nuevos requerimientos normativos y técnicos.

Por último, el alcalde, Francisco Guarido, asegura que el planteamiento urbanístico actual no permite la construcción de una altura suficiente para poder mostrar los pasos procesionales con sentido verdadero de museo, pero que la modificación a realizar "permitirá la construcción de un nuevo Museo de la Semana Santa en el que se podrán mostrar los pasos procesionales desde todas sus perspectivas y que se convertirá en foco de atracción turístico y cultural de la ciudad de Zamora".