En el año 2002 el Ayuntamiento de Zamora adquirió el legado del poeta León Felipe. Casi dos décadas después, poco ha trascendido de la herencia del creador tabarés. La exposición "León Felipe: ¿Quién soy yo?", argumento fundamental de la celebración del cincuentenario de la muerte del traductor, está a punto de desvelarlo. Quizá por ello, en el contexto de la expectación que la muestra que coorganiza la Fundación León Felipe y Acción Cultural Española, con la colaboración del Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León, esta es una de las preguntas que se repite cada vez con mayor insistencia: ¿Qué hay tras el legado del autor?

En efecto, 2002 fue el año que unió el Ayuntamiento de Zamora, entonces dirigido por Antonio Vázquez, y la obra de Felipe Camino. La herencia estaba en manos de Alejandro Ramírez Campos, impresor y amigo personal del poeta, cuyo "nombre de guerra", Alejandro Finisterre, se popularizó en la ciudad al calor del propio legado. En realidad, Finisterre -quien entregó un conjunto de efectos "muy fragmentado", a decir de los expertos- había sido incluso editor de algunas de las obras del poeta.

Mientras los libros, fotografías, piezas artísticas y objetos personales ponían rumbo al Archivo Histórico Provincial, en 2004 se creó la Fundación León Felipe, una institución que se marcó como objetivo la promoción y divulgación de la vida y obra del polifacético personaje. Aquella tarea no fructificó, ni siquiera arrancó. Pero sí, en paralelo, el trabajo archivístico en el centro que, por entonces, dirigía su ex responsable, Florián Ferrero. "Florián ha realizado una labor archivística muy importante, un trabajo continuado para saber qué había y darle un tratamiento correcto", subraya Alberto Martín, comisario de la exposición que en semanas abrirá sus puertas en el Museo Etnográfico de Castilla y León.

El "sueño" del legado en el aspecto de la difusión se despertó en 2016, cuando el actual alcalde, Francisco Guarido, incluyó entre las prioridades de su labor de Gobierno la de "reactivar" la divulgación de la vida del poeta, una tarea que encontraría su momento álgido en la celebración del cincuentenario de la muerte de Felipe Camino. Entonces, "se trazaron una serie de objetivos en la Fundación, que se resumieron en dos palabras: conservación y difusión", explica Alberto Martín, también coordinador de actividades de la Fundación. Pero, ¿qué importancia real tiene el legado con respecto a la figura de Felipe Camino Galicia? "No se trata solo de una colección manuscrita del autor, sino que también contamos con documentos de personalidades relevantes del entorno de León Felipe, como Octavio Paz o Rafael Alberti", destaca Martín Márquez.

En efecto, no solo se conservan manuscritos y libros, la colección está compuesta también por obra artística, fotografía y objetos personales que ayudan a profundizar en la filosofía, en la personalidad de una trayectoria vital apasionante.

La literatura

Junto a los libros que se conservan en el Archivo Histórico Provincial -se trata de primeras ediciones de la mayor parte de su producción literaria-, se encuentran algunos de sus trabajos manuscritos, así como parte de la correspondencia que mantuvo en la época con personajes de su círculo literario, donde se hallan personalidades culturales del más alto nivel.

El arte

La colección de obras de arte es uno de los argumentos que mejor ayudan a entender la figura de Felipe Camino, sobre todo, desde el punto de vista de los creadores españoles que se vieron abocados al exilio -en particular, en México- con motivo de la guerra civil, y que formaban parte del círculo de amistades del tabarés. Es el caso de las pinturas firmadas por José Moreno Villa, también escritor y poeta; de Elvira Gascón, creadora que dedicó varios dibujos al propio León, o del diseñador valenciano Enrique Climent. Quien haya visitado el Archivo Histórico Provincial, junto a la plaza de Viriato, habrá observado en el vestíbulo el "homenaje" que el pintor catalán Josep Guinovart realizó al traductor zamorano, una pintura de grandes dimensiones, que fue incorporada al legado por el propio Alejandro Finisterre.

La fotografía

La labor archivística de estos años ha permito, entre otras cosas, identificar y aportar luz sobre las fotografías incluidas en la colección, una parte de ellas agrupadas en el álbum familiar de Berta Gamboa, uno de los aspectos más importantes de todo el legado. Entre ellas, alguna como la que acompaña esta información, sitúan a Felipe Camino en el contexto de la guerra civil española, en la calle Toledo de Madrid.

Objetos personales

La colección de enseres personales que custodia el Archivo Histórico es "muy variopinta", a juicio del comisario de la exposición. Comprende desde la propia agenda de León Felipe o sus bolígrafos, a prendas del autor tan identificativas como la boina y las gafas.

Es de suponer que la muestra "León Felipe: ¿Quién soy yo?" es el momento idóneo para que el legado, un poco "apagado" durante un par de décadas, rompa su silencio. ¿Será así? "Lógicamente, el legado estará presente en la exposición de una forma relevante. De hecho, es una de las principales razones por las que la muestra comienza en Zamora, primera sede antes de su itinerancia", desvela el comisario, Alberto Martín.