Ninguno de los pueblos de la provincia de Zamora, si quiera en los que se repiten incendios verano tras verano, han aprobado aún un plan preventivo contra los fuegos. Por eso, la organización Greenpeace cree que son sus habitantes quienes tienen que tomar la iniciativa que las administraciones no recogen. En este sentido, la organización considera fundamental una correcta gestión forestal, de manera que se protejan los bosques y las personas que las habitan; pero igual de importante es que la ciudadanía proteja su vivienda tomando medidas preventivas y de autoprotección.

La participación de la población en la prevención de incendios se antoja "fundamental" porque se traduce también en menos hectáreas calcinadas. No obstante, todavía queda mucho trabajo por hacer porque, como constatan desde Greenpeace, "la población no asume los riesgos y por lo tanto, cuando no existe esa percepción social, se desconocen los deberes y se ignoran las buenas prácticas, dificultando así incluso las labores de los operativos de extinción y generando un riesgo añadido", tal y como señala la responsable de incendios, Mónica Parrilla.