La ciudad de Zamora ha abierto sus puertas a los 629 refugiados que están viviendo una crisis humanitaria en mitad del Mediterráneo a bordo del buque Aquarius. El Ayuntamiento ha contactado con Cruz Roja para ofrecer todos los medios humanos y materiales que tiene a su alcance en el caso de que fuera necesario. Una maniobra en sintonía con la protagonizada en la mañana de ayer por la Junta de Castilla y León, con quien ya se trabajó en el año 2015 para la elaboración de un plan de emergencia que ahora ha sido desempolvado. En este documento se recogen acuerdos con diferentes colegios profesionales, como por ejemplo el de abogados, para facilitar los trámites jurídicos. También se aporta ayuda psicológica, alimentaria e incluso se llegaron a ofrecer pisos particulares que habría que volver a contactar llegado el caso. Por el momento todo es teoría, pero la disposición de la ciudad de Zamora es total.

El alcalde, Francisco Guarido, ha contactado tanto con Cruz Roja como con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para mostrarles el compromiso del Ayuntamiento de Zamora con la crisis humanitaria del buque Aquarius. "Nos hemos puesto a disposición de Cruz Roja y se lo hemos transmitido también a la FEMP. Creemos que es Cruz Roja quien debe coordinar esta situación y por eso obedeceremos en lo que nos pidan", ha señalado el regidor. "Por el momento les hemos dicho que nuestra ayuda será con los medios materiales y humanos que tenemos a nuestra disposición, algo que habría que concretar en el momento que fuera necesario", ha indicado.

Esos medios de los que habla Francisco Guarido están recogidos en una suerte de plan de emergencia elaborado en el año 2015 por el Ayuntamiento de Zamora en colaboración con la Junta de Castilla y León, la Diputación Provincial y organizaciones como Cáritas o la propia Cruz Roja. Un documento al que también se adhirió la colaboración de colegios profesionales como el de Abogados o el de Psicólogos, el Banco de Alimentos, traductores de inglés y árabe y los propios servicios sociales de la capital.

Lo más preocupante de la situación, si llegara el caso de que se necesitara la ayuda de la ciudad, es que Zamora no cuenta con viviendas propias para poder acoger a los refugiados. En aquel momento crítico de 2015, con el éxodo de miles de refugiados sirios, hasta una veintena de particulares ofrecieron sus viviendas para alojar a los ciudadanos que recalaran en la capital. Si fuera necesario, se habría de comprobar tal disponibilidad a día de hoy, aunque también es cierto que el pasado año el Ayuntamiento de Zamora se ofreció a costear las rentas de los refugiados que comenzaran una vida en la capital.

La crisis humanitaria del buque Aquarius, con 629 refugiados a bordo, no ha pasado desapercibida para el Gobierno de España ni tampoco para diferentes instituciones a lo largo y ancho del país. El Ayuntamiento de Zamora, con este ofrecimiento, pretende poner "su granito de arena" para solucionar una situación de extrema gravedad a nivel internacional.