"Asentar el trabajo de estos años". Ese será el objetivo de Fernando Martos si se convierte en el nuevo secretario general de Podemos Zamora. Desde ayer, los miembros del partido en la ciudad eligen, a través de una votación telemática, entre el proyecto del actual portavoz y la alternativa planteada por Conchi Trufero. El plazo permanecerá abierto durante esta semana y el vencedor se conocerá el día 21. Serán los afiliados quienes decidan, por tanto, qué hoja de ruta quieren seguir durante unos meses clave, en los que se tomarán las decisiones más importantes de cara a las municipales del próximo mes de mayo.

En ese sentido, Martos cuenta con el aval tangible de su labor al frente del partido durante los últimos 16 meses. La dimisión de Braulio Llamero dejó al filósofo zamorano al frente de manera provisional, pero "con plenas facultades para desarrollar tareas", un trabajo del que se encuentra satisfecho: "Sería un error pensar que hay que hacer un Podemos nuevo y me parece poner en riesgo la labor realizada", señala.

Esas palabras van al hilo de las declaraciones realizadas por Conchi Trufero, que reclamaba un giro en el partido y que terminara "la desconexión con la sociedad" que la candidata alternativa percibe: "Eso es estar en la inopia", replica Martos, que reclama el final de "los calificativos y las insinuaciones" en el contexto de un proceso interno que "no debería servir para dividir".

En todo caso, parece que los planes de los contendientes distan bastante el uno del otro y que el futuro de Podemos en la ciudad dependerá mucho del resultado de esta votación. Para empezar, Martos sí habla de la posibilidad de ser candidato a las municipales si resulta vencedor en este proceso interno: "Es la idea que me han transmitido varios compañeros y me siento un poco obligado a ello", apunta el aspirante a la secretaría general, que aclara que antes debería superar el obligado proceso de primarias.

Por otro lado, Martos también matiza las declaraciones de Trufero sobre unas presuntas "diferencias personales" entre los dirigentes de Podemos y los de Izquierda Unida, encabezados por Guarido: "Entendemos que debería haber integrado muchísimo más a la sociedad y a los barrios en su gestión y tener un Ayuntamiento más transparente y participativo, pero no hay ningún problema personal. Tenemos el máximo respeto", señala.

Todo apunta, eso sí, a que irán por separado en las elecciones: "Querríamos haber trabajado en conjunto estos años, no pactar unas listas. Él ni nos ha llamado, ni hemos hablado", concluye Fernando Martos.