De la avenida Requejo a la avenida Galicia. Desde que se mudaron el pasado mes de octubre al barrio de San José Obrero cuentan con el doble de espacio, en torno a 120 metros cuadrados útiles. Han pasado de estar cinco técnicos apretujados en un mismo despacho a estar seis repartidos en tres oficinas y un aula formativa para ofrecer una mejor atención a los usuarios atendidos durante el pasado año gracias al espacio cedido por el Ayuntamiento de Zamora y los programas subvencionados por la Junta de Castilla y León.

Un nuevo espacio junto al antiguo matadero para seguir implementando los cambios que la Fundación Secretariado Gitano de Zamora lleva trabajando desde sus inicios, como la plena inclusión de la comunidad romaní en la sociedad. Para visibilizar esta tarea de puertas afuera, la entidad social sin ánimo de lucro celebró ayer su tradicional día de puertas abiertas, una jornada en la que recibieron la visita entre otras autoridades de Eutimio Contra, gerente territorial de Servicios Sociales o María José González, concejala del mismo ramo.

Ambos asistieron a la presentación de "Partir de cero", una campaña cuyo cuento fue escrito curiosamente por el periodista, escritor y ahora nuevo ministro de Cultura y Deporte Màxim Huerta, o "Mujeres en estéreo", otra iniciativa que pretende romper estereotipos y acabar con los prejuicios de las mujeres gitanas. Una doble condición que también es objeto de doble discriminación: por el mero hecho de ser mujer y por el de ser gitana. De ahí el comienzo de la "revolución de la mujer gitana" de la que habla Ana Belén Prada, coordinadora de la Fundación: "Ocurre un poco como la revolución de la mujer en general que hemos vivido, yo creo que la mujer gitana la está viviendo ahora. Hay una transformación muy importante y hay muchos logros conseguidos que se están empezando a poner en valor ahora. Es verdad, por ejemplo, que hay muchas gitanas universitarias, pero de momento no son tan visibles. Por eso, a través de nuestros programas y desde la Fundación Secretariado Gitano a nivel estatal se hace visible la necesidad de seguir trabajando por la igualdad de oportunidades", explica.

De hecho, la delegación zamorana cuenta desde el pasado año con el programa específico de inserción sociolaboral "Sara Romí", subvencionado por el Instituto de la Mujer y cofinanciado por la propia organización. La autoestima o la corresponsabilidad son algunas de las herramientas trabajadas en esta nueva acción formativa con una quincena de mujeres de entre 28 y 55 años, la mayoría empleadas del hogar, para su "empoderamiento".

"Muchas de ellas ni siquiera tenían consciencia que trabajaban. Y una cosa es el trabajo y otra cosa es el empleo", apunta Ana Martín, una de las dinamizadoras del proyecto. "No cobran, pero son superhábiles porque llevan la casa, se dedican a la crianza, la administración, a la alimentación (comida todos los días), a la organización (quién se levanta) o a la educación (ayudan en los deberes). Son supercapaces, pero cuando no realizan una actividad, no saben si la saben realizar", razona aludiendo a su situación laboral. Un curso de cocina y otro de capacitación digital han sido hasta ahora algunas de las actividades llevadas a cabo para la mejora de su empleabilidad en la nueva sede, donde los niños fueron los protagonistas de la tarde de ayer con distintas actividades, como una merienda solidaria celebrada gracias a la colaboración del Banco de Alimentos, Gaza y Carrefour o una yincana donde los participantes exploraron su creatividad y exteriorizaron su deseo de igualdad.