Hartos de los continuos daños detectados en los cercados de pastor eléctrico de las tierras en las que pastoreaban sus vacas en 2014, los responsables de Explotaciones Yelmo, ubicada en Mombuey, decidieron intensificar la vigilancia de las tierras, ubicadas en el antiguo coto de Fresno de la Carballeda hasta descubrir al autor.

Lo lograron el uno de noviembre de 2014, cuando dos empleados iban por el camino de Fresno a Valparaíso y atisbaron el vehículo Nissan Patrol de quien sospechaban que era el autor de los destrozos, un cazador y arrendatario de coto, y dieron aviso al compañero que se encontraba dentro del cercado. "Mi compañero me dijo por el walkie talkie "para ahí va" y al rato le contesté que ya había roto los cables. Entró a destrozarlos con el Nissan", afirmó ayer el trabajador de Explotaciones Yelmo en el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal. El hombre reiteró ante la magistrada haber visto al procesado, de iniciales A.M.V., dentro del vehículo, a cuatro o cinco metros de distancia y le identificó en la sala de vistas, si bien el acusado, que ejerció su propia defensa como abogado que es, niega haberse llevado por delante los cables y sostiene que la denuncia de Explotaciones Yelmo entra dentro de la persecución a la que se ve sometido por parte de vecinos de la zona.

La Fiscalía, sin embargo, sostiene que A.M.V., fue quien causó los daños al cercado de la explotación ganadera en diferentes días, 23 y 24 de octubre y el uno de noviembre de 2014, valorados en 1.281 euros con IVA, como demuestra el que la Guardia Civil hallara restos del cable del cercado en los bajos de su vehículo del procesado. Las rodaduras de las ruedas que había en la zona donde se produjo la rotura del cercado coincidían con la del Nissan, lo que se presentó como una prueba más de que el imputado fue el responsable de los desperfectos. Exige a la juez que imponga al imputado una multa de 3.600 euros (el pago de 10 euros diarios durante 12 meses) como castigo por lo que considera un delito de daños, así como el abono de la cuantía que Explotaciones Yelmo gastó en reparar los desperfectos con sus trabajadores.

La acusación particular eleva la multa hasta los 4.800 euros (16 meses a 10 euros diarios) y fija idéntica cantidad de indemnización por los desperfectos causados, los calculados por un perito judicial. El abogado del denunciante se refirió a la condición de arrendatario del coto del acusado y a su oposición a que se vallaran las tierras para que fueran aprovechadas por los ganaderos, una decisión que el responsable de Yelmo justificó para evitar accidentes como el que le costó la vida a un taxista porque una vaca se salió de la finca e invadió la carretera. El abogado negó la ilegalidad del vallado, como sostiene el procesado, para lo que se remitió al informe del Ayuntamiento de Mombuey que indica que existen pasos canadienses con apertura suficiente para no interferir en el paso de vehículos o personas, "la única persona que está en contra es el acusado" porque cree que perjudica a la caza.

El imputado, que se autodefendió como abogado que es de profesión, pidió su absolución por falta de pruebas para imputarle los daños descritos en las tres denuncias, que obedecen a "un interés desmedido por parte del denunciante en perjudicar y perseguir a este letrado porque le ha pedido retirar los vallados", al tiempo que insistía en que "no está acreditado que esté legitimado para colocar pastores". El acusado calificó las acusaciones de "una película" con "maniobras viles", se "autoprovocan daños para implicarme en un delito", todo "por vileza y maldad".