El 20 de diciembre de 2011, a las puertas de la Navidad, Mariano Rajoy fue investido presidente del Gobierno. Su presidencia duró hasta que el viernes de la semana pasada el Congreso de los Diputados aprobara la moción de censura presentada por el PSOE, que acabó con su estancia en la Moncloa para dar paso a Pedro Sánchez. Entre una y otra fecha han pasado algo más de seis años y medio, 2.386 días que dejan a la provincia de Zamora con un panorama diferente. Durante estos tiempos, en los que las movilizaciones sociales han repuntado y en los que se ha superado, al menos en término macroeconómicos y a nivel nacional, una de las mayores crisis económicas de la época reciente. Esta es la comparación entre la Zamora existente hace seis años y la que hay ahora.

Uno de los asuntos donde más se notan los datos negativos es el relativo a la demografía. Zamora ha perdido habitantes a pasos agigantados durante los últimos seis años. Puede discutirse la responsabilidad de los gobiernos central, autonómico e incluso de las administraciones locales, pero los datos son los que son. Durante este tiempo no se han llevado a cabo políticas demográficas encaminadas a asentar población, y los pocos intentos que se han registrado en esta línea no han sido suficientes.

A fecha de primero de enero del año 2012, con Rajoy recién aterrizado en el Palacio de la Moncloa, Zamora contaba con 191.306 habitantes según los datos que elabora el Instituto Nacional de Estadística. Los números más recientes son los del 1 de julio de este mismo año, cuando la provincia tenía, según el último padrón, 177.027 habitantes. La comparación entre ambos datos refleja una pérdida demográfica de 14.279 personas en poco más de cinco años. La provincia, ya sea por el envejecimiento o por la emigración, se ha dejado una media de cerca de 2.600 habitantes al año. Más de siete al día. Las políticas demográficas que pueda poner en marcha el nuevo Gobierno son fundamentales para el futuro de la provincia.

Una de las leyes más controvertidas del Gobierno que ha dejado la Moncloa ha sido la reforma laboral aprobada por el Ministerio de Trabajo en febrero del año 2012. Los empresarios la recibieron con buenos ojos porque aumentaba la "flexibilidad" mientras que los sindicatos denunciaron, y siguen haciéndolo, que fomentaba la precariedad laboral. La comparación de los datos de empleo de la provincia ofrece diferentes lecturas dependiendo de la fuente a la que se acuda.

Según el SEPE, la evolución ha sido buena. Los últimos datos, los del pasado mes de mayo, dejan en Zamora 12.419 desempleados inscritos en las oficinas del ECYL. Los registrados en diciembre del año 2011, los que heredó Mariano Rajoy de un Ejecutivo, el de José Luis Rodríguez Zapatero, superado por la situación económica, indicaban la presencia de Zamora de 16.509 parados "oficiales". La diferencia, 4.090 personas menos inscritas ahora que hace seis años y medio.

Este es el único buen dato de empleo al que puede agarrarse el Ejecutivo saliente, porque todos los demás son malos y reflejan que en Zamora hay más paro y, por consiguiente, menos personas dadas de alta en el sistema de la Seguridad Social. Por partes. Primero, la EPA indica que la provincia cuenta con 16.200 desempleados (cabe recordar que el INE considera parados a quienes están buscando un empleo aunque no estén inscritos en el ECYL) mientras que el diciembre de 2012 contabilizó a 13.800. ¿La diferencia? 2.400 parados más según esta estadística.

También es negativa la cifra de afiliados a la Seguridad Social, quizás la fuente estadística más fiable para saber a ciencia cierta cuántas personas están dadas de alta como cotizantes. Los 60.073 trabajadores dados de alta como tales registrados al término del ejercicio 2011 se han convertido ahora en 57.326 personas. 2.747 personas menos, un dato acusado para una provincia con una cifra de trabajadores reducida. La cifra de ocupados que ofrece la EPA es menos fiable en este sentido, pero va en la misma línea. De 66.000 trabajadores en activo a finales de 2011 se ha pasado a 60.800. Una merma de más de cinco mil.

Que durante los últimos años la moderación salarial se ha impuesto, no solo en la provincia de Zamora si no en todo el país, es un hecho que pocos discuten. Los sindicatos apuntan a la pérdida de influencia de la negociación colectiva como una de las causas fundamentales. Según los datos que elabora la Agencia Tributaria con las declaraciones de la renta de los contribuyentes zamoranos puede concluirse que los salarios son ahora más bajos que hace seis años. Hacienda indica que en 2011 el sueldo medio de los zamoranos era de 16.291 euros. A fecha de cierre de 2016, los últimos datos disponibles, la cantidad media ha caído hasta los 15.386 euros.

Se ha reducido también el número de parados con prestación por desempleo, aunque aquí la explicación, al no haber cambiado la normativa en lo que refiere al acceso al desempleo (sí en lo relativo a las cuantías) hay que buscarla en el paro de larga duración. En 2011 muchos parados eran "recientes" y tenían derecho a paga, mientras que la situación se ha recrudecido con el tiempo dejando un buen número de desempleados de larga duración. Los datos indican que a día de hoy 5.948 personas perciben una prestación por desempleo por los 8.847 de finales del año 2011. Son menos de la mitad, una barrera que hace años que se superó. Ha bajado también la cuantía, en parte porque los sueldos son ahora menores y en parte por los nuevos criterios a la hora de calcularla. De 802 euros como término medio se ha pasado a 760 al mes.

La reforma del pensiones ha evitado que las pagas se congelaran, algo que sí sucedió con Zapatero, pero las actualizaciones han sido del 0,25% a excepción de la prevista para este año siempre que los presupuestos que el PP pactó con el PNV salgan adelante. La paga media ha subido con fuerza, gracias en parte que los ingresos de los nuevos pensionistas son más altos.