Fueron la generación más numerosa de finales de siglo, el último «baby boom» zamorano, nacidos en 2000. Y esta semana, parte de los 1.135 bebés de ese año —habría que esperar hasta 2008 para encontrar otra partida tan amplia, con 1.130 nacimientos— se enfrentan a la siempre temida Selectividad. Un temor que no cambia, sea la generación que sea, curso tras curso, también para los 610 alumnos zamoranos de este año.

Sin embargo, parece que la EBAU (Evaluación de Bachillerato para Acceso a la Universidad) de este 2018 ha sido algo más «llevadera» para los estudiantes, según se desprende de sus valoraciones tras enfrentarse a los exámenes de la primera jornada, de las materias de lengua castellana y literatura, historia y lengua extranjera.

«Ordenar cronológicamente los acontecimientos históricos quizá ha sido lo más complicado», confiesa Paola Muñoz, aunque reconoce que el examen «ha sido mejor de lo imaginado». A esto puede haber ayudado que este curso, tras las múltiples quejas, el temario ha sido mucho menor que en 2017.

«Lo que más temo es el examen de inglés», asegura, aunque le confiere bastante tranquilidad el saber que al final no necesitará una nota alta para entrar en la carrera que ha elegido: Derecho en la Universidad de León.

También le asustaba bastante la prueba de historia a Elena Martínez, del IES_María de Molina. «Creo que me ha salido para aprobar», afirmaba con una sonrisa tras salir del examen. «Este año se han portado bastante bien y no han puesto un examen muy difícil», reconocía.

La desamortización de Mendizábal y Madoz, la crisis del 98, la organización política del Estado franquista, la aprobación de la Constitución de 1978, el sistema político de Cánovas o el conflicto entre liberales y absolutistas fueron algunos de los temas propuestos en el examen.

Esta estudiante del María de Molina señalaba que el salir satisfecho de los primeros exámenes de la EBAU «da más confianza para afrontar el resto». En su caso, la nota que obtenga no determinará su futuro universitario, puesto que va a estudiar la carrera de Filosofía en la USAL. «Apenas se apunta gente, así que no piden nota de corte. Me empezó a gustar en 1º de Bachillerato, cuando era obligatoria, y este año la volví a elegir. Es una asignatura que me gusta y me motiva», justifica.

Su compañero Marcos Renilla también analizaba el examen de lengua, subrayando que los temas sobre los que versaban los comentarios de texto —la violencia, ya fuera machista o en el fútbol— «al tratarse de aspectos de la actualidad, eran sencillos de analizar». En su caso, Comunicación Audiovisual es su objetivo universitario.

Agradecido está Rubén Domínguez Casado, del IES Aliste, con sus profesores durante este año. «La verdad es que todo el curso ha estado orientado a a preparar la Selectividad, hemos llegado bien preparados gracias a ellos», valora. Entre sus planes de futuro está estudiar Ingeniería Mecatrónica en la Universidad de Málaga. «Piden una nota muy alta, así que si al final no me llega, optaré por estudiar alguna otra ingeniería industrial en la Universidad de León», sopesa como alternativa.

Junto a las aulas de la Escuela Politécnica del Campus Viriato de Zamora, también acogen estos días las pruebas de la EBAU —hasta el jueves día 7 de junio— el IES León Felipe para los aspirantes de Benavente, el IES_Cardenal Pardo Tavera, donde se examinan los alumnos de Toro, y el IES Valverde de Lucerna, para los estudiantes de Puebla de Sanabria.

En total, 2.529 estudiantes se examinan de esta prueba de acceso en el distrito de la Universidad de Salamanca. Precisamente los alumnos de esta ciudad son los más numerosos, con 1.384 jóvenes, mientras que en el departamento de Ávila suman 535 estudiantes, a los que hay que añadir los 610 zamoranos.

Una de las principales de novedades de este año es el cambio de los exámenes de recuperación —que afectará directamente a los suspensos en junio— ya que en vez de celebrarse en septiembre se realizarán del 4 al 6 de julio, con lo que los alumnos tendrán menos tiempo para preparar sus exámenes