La mujer denunciada por quedarse con 73.000 euros de un anciano de 90 años al que cuidó por su amistad de años aseguró ante la juez que el dinero que extrajo de las cuentas bancarias en cuatro meses lo destinó a pagar al personal de limpieza de la casa, las averías, la comida, la ropa, para las propinas del cura, de los nietos y de biznietos del hombre, a los que entregaba entre 500 y 600 euros cuando le visitaban, según la declaración prestada ante la juez que investiga si cometió un delito de estafa.

Al anciano "le gustaba tener dinero en casa" y que a ella le daba "de vez en cuando", declaró la mujer, de iniciales A.A.P.S., que sostiene que tenían una relación sentimental y que "si necesitaba algo él se lo daba", que nunca le pedía facturas ni justificantes, a diferencia de lo que hacía con la empleada anterior. Además, su amigo "le decía que cogiera lo que necesitara" e incluso que había querido ponerla en su testamento, pero ella no quiso porque "sabía que su hijo lo impugnaría". La mujer, conocida de la familia desde hacía años, justificó con tales argumentos las elevadas cantidades que sacó de las cuentas y con las tarjetas entre noviembre y marzo de 2017, después de que el titular, que estaba ya enfermo y que falleció en octubre de ese año, le diera las claves para acudir a los cajeros automáticos y le firmara un poder notarial el 2 de febrero en el domicilio del anciano para manejar el dinero. Desde esa fecha, ya con capacidad para mover las cuentas, la acusada extraía unos 2.000 euros cada mes "para el uso de la casa", mientras que las operaciones de 1.000 euros las efectuó aconsejada por el propio banco y para reunir los 35.000 euros que su amigo, ya muy delicado de salud, le regaló por los cuidados y desvelos hacia él desde que comenzaron a vivir dos años antes. Así lo dejó escrito en un documento firmado por él, si bien la acusada agrega no estar segura de haber reunido esa cuantía porque entre el 4 de octubre de 2017 y el 6 de noviembre de ese mismo año, fechas en las que el hombre estuvo ingresado en el hospital no efectuó ninguna operación con las cartillas.

Incapacitación

Un poder notarial del que nada comunicó al hijo del anciano porque este le había advertido de que "su hijo le quería incapacitar", que ya lo había intentado antes, que "se llevaban mal", es por este motivo que "le quitó de las cuentas bancarias para poner a un nieto" y no quería que fuera por la casa ni que supiera nada de los acuerdos para que ella pudiera manejar cuentas y quedarse con dinero, aclaró la investigada. Sin embargo, precisó ante la juez que el vástago "estaba al corriente" de todas las operaciones que se realizaban.

Por otro lado, la acusada justificó la extracción de 18.000 euros del banco en cheques en noviembre de 2016 con cheques para disponer de dinero para esas propinas y porque diciembre esta próximo y quería darle el dinero a los nietos, además de que quería "tener dinero en casa" y admite que desde que tiene el poder notarial.

La mujer llega a declarar que es el anciano el que quiere que saque elevadas cantidades de dinero, como ocurrió en las operaciones del 21 y 23 de noviembre de 2016 cuando extrae 12.000 y 6.000 respectivamente, cantidades que utilizó para darle a un nieto, a una chica que trabajaba en la casa, al cura y a las monjas.