Manuel Vidal, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Zamora desde 1998, ha anunciado esta misma semana que no se presentará a las próximas elecciones, lo que dará paso a un nuevo presidente de la institución después de dos décadas.

-Hace veinte años fue elegido presidente por solo dos votos de diferencia. Después ha conseguido convencer al empresariado zamorano hasta el punto de que su marcha se percibe con cierta "pena" en muchos sectores.

-A mí también me da pena cuando miro este despacho y pienso que lo dejo. Pero ha llegado el momento de dejarlo. Ya tengo ganas de poder irme unos días con la familia sin preocuparme de otras cosas, de ver a mis hijos, que ahora trabajan en la empresa de la familia. Fíjate, cuando entré a la Cámara de Comercio no tenía nietos y ahora mi nieta tiene 18 años y va a empezar Medicina en Salamanca. Uno ya necesita descansar.

-Dos décadas dan para mucho.

-Para luchar, para reírse, para llorar, para desesperarse. Es mucho trabajo, muchos disgustos y muchas alegrías. Muchas veces pensé en dejarlo, porque al fin y al cabo aquí trabajas para el resto y lo único que puedes llevarte son disgustos. Se pasan momentos muy buenos y otros que son muy malos.

-¿Qué balance hace de su presidencia?

-En general, bueno. Hemos luchando mucho por la atracción de empresas, porque creo que ahí está la clave de la pérdida de población que tiene la provincia de Zamora. Lo mejor para fijar población es que haya puestos de trabajo. Desde la Cámara de Comercio se pueden hacer muchas cosas, pero no tantas como la gente piensa. Desde aquí hemos intentado tirar del carro, unas veces con más suerte y otras con menos, y por ahí creo que debe ir el futuro. Hay que luchar contra la despoblación y el envejecimiento como puntos fundamentales. Ahora las relaciones de los empresarios de Zamora no pueden ser mejores y en eso debemos apoyarnos, aunque es cierto que no hemos sabido establecer mejores lazos con las administraciones. Todos deberíamos ir de la mano y no es así.

-Parece que a la Cámara de Comercio le esperan más cambios que el del presidente. Nueva Ley de Cámaras, nuevo panorama económico...

-Sí, se abre una época en la que el presidente va a tener que luchar. Hace falta una persona con cierta edad y que sepa que va a estar hablando con consejeros, directores generales, ministros y luchando por su tierra. Hay que encontrarlo como sea.

-¿No hay candidatos?

-Que yo sepa, todavía no hay nadie, pero hay que buscarlo. Hay algún interesado, pero cuando les explicas que esto son muchas horas, que no tiene sueldo y que el presidente responde económicamente si sucede algo... cambian de idea. Pero hace falta alguien. La Cámara lo necesita, y también Zamora.

-Ustedes han luchado por muchos proyectos que finalmente han quedado en nada. Dijeron mucho del Cylog, y quedó en nada. También pusieron sobre la mesa un Centro Tecnológico Agroalimentario, que también quedó en nada. ¿Qué ha pasado?

-El centro tecnológico era una idea que trajimos de Lérida. Allí nos dijeron que Zamora era idónea para acogerlo y que necesitábamos apoyo político. Lo dijimos, pero se quedó por el camino, como se han quedado tantas cosas. Los empresarios de allí nos dijeron que el apoyo político había sido fundamental, y la creación de puestos de trabajo fue considerable. No supimos traerlo aquí.

-¿Qué falla?

-Más decisión en los empresarios y más apoyo de las instituciones. No me canso de decir que todos tenemos que luchar por el bien de Zamora, unidos, sin importar el color político o las preferencias que tenga cada uno. No podemos esperar más, estamos en un momento clave y puede que no haya más. Hemos perdido muchas cosas, no solo las que han quedado por hacer. Pevafersa, Alstom... También tenemos que entonar el "mea culpa", porque no dijimos mucho ni alzamos la voz. Eso pasa en otras provincias y habrían ido a manifestarse donde fuera. Aquí, en cambio...

-Insisten en que Zamora es una provincia atractiva para los inversores, con suelo barato, buenas comunicaciones... Pero las empresas se van.

-Zamora es una provincia atractiva para ciertas cuestiones, pero también hay que mirar a las instituciones. Pongo el ejemplo de Campofrío, en Burgos. Cuando se quemó la fábrica llegó la Junta y dijo: no os preocupéis, vamos a poner dinero para que esto vuelva a salir adelante. Nosotros aquí ya lo hemos pasado mal para conseguir un nuevo colector de aguas para Frinca, que lo necesitaba para seguir y para expandirse. Si las empresas encuentran en otro sitio lo que no encuentran en Zamora se van. No hay más. También tenemos parte de culpa, porque hay que exigir más. Durante estos años he ido muchas veces a hablar con la Junta. Unas veces hemos conseguido cosas y otras no tanto. El Cylog, por ejemplo, no se hizo por problemas con la empresa. Vale. Pero ese dinero, que iba a venir a Zamora, tendría que haberse invertido en otra cosa y no se hizo. Es solo un ejemplo, pero significativo.

-La realidad es que se ha perdido mucho.

-Y más que se perderá si no despertamos. Renfe, el Seminario, la cárcel, el ejército. Todo se ha ido. Los zamoranos, incluidos los empresarios, hemos estado muy parados y además hemos tenido políticos que no se han preocupado por su tierra. Ni siquiera somos capaces de mantener la Fundación Rei Afonso Henriques, un edificio que puede ser muy útil y está prácticamente cerrado y sin actividad. Hablamos de construir nuevos edificios pero no sabemos aprovechar los que ya tenemos.

-Vista la situación actual, parece ya descartado que una empresa que genere cientos de puestos de trabajo venga a establecerse a Zamora.

-Eso ya es más que complicado, que nadie espere que aquí venga una empresa como Renault porque no va a ser así, lamentablemente. Pero sí hay empresas más pequeñas por las que hay que luchar. Hay una fábrica de repuestos para coches que ha creado mil puestos de trabajo en Braganza y 500 en Valladolid. Luchamos porque se quedara en Zamora, que está justo en el centro, pero no nos hicieron caso. Miras al norte de Portugal y ves como se están industrializando y se puede comprobar que es posible.

-¿Hay empresas importantes que hayan dejado de venir a Zamora por falta de apoyo?

-No diré nombres, pero sí ha habido oportunidades que se han escapado. Aún así hemos cogido otras, sobre todo relacionadas con el sector agroalimentario. Yo me voy con la conciencia tranquila porque no he podido hacer más que lo que he hecho.

-En un campo en el que hemos mejorado indudablemente es en el de las comunicaciones. En unos pocos años se ha construido por fin la autovía a Benavente y ha llegado la alta velocidad ferroviaria, pero impera la sensación de que no se está aprovechando correctamente.

-Creamos una plataforma por el AVE que se reunió en su día pero que quedó en tierra de nadie. No me canso de decir que tenemos una gran situación. Casi estratégica. Si se coge un mapa y se dibuja un círculo con el centro en Zamora tenemos cerca a Madrid, Bilbao, Oporto, Galicia, Cantabria, Asturias... Luchamos mucho por las comunicaciones y ahora hay que saberlas aprovechar con iniciativas concretas, como la de levantar industria cerca de la estación. Esas actuaciones van en la buena línea.

-¿Se han sentido solos?

-Sí, muchas veces sí. Ha habido momentos en los que necesitábamos la unión de todos los zamoranos y no lo hemos conseguido.

-Iniciativas como Zamora 10, donde la Cámara juega un papel importante, pretenden poner fin a esto. ¿Qué futuro le augura?

-Bueno, pero el éxito dependerá de la ayuda y las ganas de las administraciones públicas. Nosotros no tenemos el dinero. Queremos enseñar, ayudar, colaborar. Pero la iniciativa económica la deben llevar otros. Ya sea desde ahí, desde la Cámara o desde CEOE debemos luchar todos juntos. Si somos pocos, menos seremos si vamos cada uno por nuestro lado. Dicho esto, en las reuniones de Zamora 10 siempre he dicho que, yo creo, estamos cometiendo un error. La idea del Mercado de Abastos me parece bien, pero es el Ayuntamiento el que tiene que arreglarlo. Fomentar la Semana Santa es bueno, pero lo debe comandar la Junta pro Semana Santa. Creo que el mayor interés que debería tener Zamora 10 es la creación de pequeñas y medianas empresas y la atracción de grandes. Tener un departamento que salga fuera de Zamora, que se preocupe por las necesidades que tienen las empresas que buscan sede y que medie ante las instituciones para facilitar que vengan a Zamora. Creo que esa es la base.

-¿Más que iniciativas culturales o turísticas?

-Sí. Baltasar Lobo, por ejemplo, tiene una serie de esculturas maravillosas y merece un buen museo, pero no corresponde a los empresarios meterse en eso.