El Ayuntamiento de Zamora tendrá que abonar alrededor de 366.675 euros a un zamorano que sufre una tetraparesia, pérdida de movilidad en todo el cuerpo, con un grado de discapacidad del 92%, como consecuencia de una caída cuando caminaba por la plaza de la Constitución, provocada por la falta de mantenimiento del pavimento, reitera el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León en su sentencia. El hombre metió un pie en el hueco dejado por tres adoquines desprendidos de 20 centímetros, esa fue la causa de que se cayera hacia adelante sobre una jardinera de hierro en abril de 2013.

El TSJ, que confirma así el fallo del Juzgado Contencioso de Zamora del 8 de enero de 2018, exculpa al peatón de tener que ir mirando hacia el suelo para sortear los desperfectos que pueda ir encontrándose y evitar caídas. Y es que, en este caso, que afecta a un hombre de 78 años de edad cuando ocurrió el accidente, imputa a la Administración local "como responsable de la calzada", de las calles, "más teniendo en cuenta que es una zona peatonal y que llevaba más de un año sin reparar".

Los magistrados abundan en que, ante la falta de las tres baldosas en la céntrica y transitada plaza de la Constitución, el Ayuntamiento "ni tan siquiera" procedió a "señalizar, excediendo de los estándares de cuidado y mantenimiento exigibles a la Administración", apunta textualmente la sentencia, recurrible ante el Supremo. Un fallo "muy satisfactorio", indica Miguel Rodrigo Moralejo, el abogado que ha defendido los derechos de la víctima con argumentos refrendados por la juez del Contencioso y, ahora, por el TSJ, tras el silencio del Consistorio zamorano cuando se efectuó la reclamación de indemnización el 12 abril de 2014. El perjudicado presentó ese escrito al concluir su tratamiento en el Hospital Nacional de Parapléjicos, pudo obtener un diagnóstico definitivo sobre el alcance y consecuencias del "traumatismo cervical indirecto sufrido" y los expertos pudieron efectuar una valoración de el daños físico sufrido por el hombre zamorano, casado y con hijos, "irreversible".

El golpe que el hombre se dio en la cara contra la jardinera no solo provocó la rotura de la nariz y los senos maxilares, sino que "el rebote del cuello rompió las apófisis cervicales y contusionó la médula, que se dobló por la hiperflexión del cuello", lesiones que le han valido el reconocimiento por parte de los Servicios Sociales de la Junta de un grado de discapacidad del 92%. Los magistrados del TSJ llegan a negar que el perjudicado haya tenido ninguna responsabilidad en el siniestro por su forma de deambular sin cuidado por si hubiera desperfectos en el pavimento, como argumentaban la compañía aseguradora Mapfre y la institución local, única personada en el procedimiento penal.

En la sentencia, se afirma con rotundidad que la responsabilidad es únicamente imputable al Consistorio por "la relación causal directa entre el perjuicio causado y el anormal funcionamiento del servicio público", obligada como está a mantener las calles en condiciones para evitar el riesgo para las personas y evitar accidentes.

El TSJ confirma una indemnización para la víctima del accidente de 264.329,64 euros, más los intereses desde que se produjo el accidente en abril de 2014, cuando se reclama los daños al Ayuntamiento, hasta que la sentencia sea firme; y para su familia, 57.345,46 euros más intereses, que rondarán en total los 45.000 euros. Los magistrados incluyen los daños morales para el accidentado, que precisa una silla de ruedas para desplazare y es dependiente de una tercera persona para desarrollar su vida cotidiana.

El hombre paseaba con uno de sus hijos cuando se topó con el que "era el único desperfecto en toda la plaza", indica su abogado, solo subsanado en julio de 2013, tres meses después del siniestro, del que tiene conocimiento el servicio de emergencias 112, al que dio aviso una mujer que presenció lo ocurrido.

La testigo manifestó que no se olvidará nunca del ruido estremecedor que oyó y que llamó a la Policía Municipal, pero no llegó al lugar, donde acudió la UVI móvil, que encontró al hombre "inerte en el suelo y sangrando por la nariz", se le trasladó al Hospital Virgen de la Concha y de allí a Salamanca, totalmente paralizado, para intervenirle. En diciembre de 2013, regresa del Hospital de Parapléjicos.