Ataviados para la ocasión, los 15 alumnos del bachillerato de excelencia del Claudio Moyano (modalidad de ciencias) y los 16 del María de Molina (idiomas), acudieron ayer al salón de actos del Campus Viriato para recoger, orgullosos, los diplomas de fin de estudios, que conllevan además, la realización de un proyecto de investigación, ante un auditorio compuesto mayoritariamente por los no menos orgullosos padres.

Al acto de entrega acudieron la vicerrectora de Docencia y Evaluación de Calidad, Izaskun Álvarez Cuartero, el director provincial de Educación, Fernando Prada, las coordinadoras de ambos bachilleratos que son la directora de la Escuela Politécnica Superior, Yolanda Gutiérrez y la subdirectora de Docencia de Magisterio, Elena Martín Pastor, junto a los directores de ambos institutos, María del Tránsito Martín de Castro (Claudio Moyano) y Carlos Pérez Baz (María de Molina).

Los alumnos de cualquier centro de la provincia que destacan (con una nota media superior al 7) tienen la oportunidad de cursar el bachillerato de excelencia, bien en la modalidad de ciencias, que se imparte en el Claudio Moyano desde 2015 o en la de idiomas, en el María de Molina, que este año ha sacado su primera promoción. Son alumnos, como los 31 graduados ayer, que estudian un bachillerato idéntico al del resto de los matriculados en Zamora, pero que además cuentan con horas complementarias tanto de clase en el propio centro como en instalaciones fuera de él, bien sea el Campus Viriato en el caso de las ciencias o la Escuela de Idiomas en el de este tipo de disciplina.

Se trata de una enseñanza adaptada a los alumnos de altas capacidades que tienen la oportunidad de acercarse a otro modelo de enseñanza, más práctico, en el que se motiva al alumno en el papel investigador. De hecho, todos realizan un proyecto de investigación antes de graduarse.

Uno de los alumnos del María de Molina, Víctor Melado, reconocía que "ha costado. Ha habido bastantes dificultades pero lo hemos sacado con ánimo y con ayuda del centro, sobre todo para hacer mejor los trabajos. Hemos aprendido algo más de los del bachillerato normal porque teníamos clases particulares en la Escuela de Idiomas y nos ha servido para apooyar nuestros conocimientos". Reforzar el inglés fue lo que motivó a Víctor a cursar el bachillerato de excelencia. Piensa hacer la carrera de informática en la Politécnica de Zamora.

Abril Alonso pertenece al otro grupo, el del Claudio Moyano, centro al que llegó procedente del María Inmaculada buscando precisamente el bachillerato de investigación. Aspirante a médico o bioquímica, Abril cree que "un inconveniente es que requiere mucho tiempo y las ventajas el acercamiento a la universidad y el funcionamiento del grupo".