Un busto que inmortaliza la imagen de León Felipe y un álbum de fotos -el de su mujer, Berta Gamboa- son las dos primeras piezas que, según acaba de trascender, forman parte del conjunto de materiales de la exposición "León Felipe: ¿Quién soy yo?", que coorganiza Acción Cultural junto a la Fundación que custodia el legado del poeta, con la colaboración del Ayuntamiento de Zamora y la Junta de Castilla y León. Son las primeras en conocerse porque han tenido que ser sometidas a un proceso de limpieza y conservación que acaba de ser completado por especialistas. Se trata de la figura "física" de Felipe Camino en la obra del escultor Victorio Macho y de la huella "inmaterial", encerrada en las fotografías que Berta coleccionó en un sencillo libro al que añadió oportunos comentarios que explican el porqué de cada instantánea.

Curiosa es la historia de Victorio Macho y la gestación del busto de León Felipe. Sus caminos discurrieron en paralelo: ambos nacieron en Castilla -el primero en Palencia, el zamorano en Tábara-, vivieron algún tiempo en Santander y regresaron a Madrid, antes de marchar a América de forma casi definitiva con motivo de la Guerra Civil, Macho a Perú, León a México. Escultor -uno de los mejores ejemplos españoles de la producción contemporánea- y escritor se conocieron desde jóvenes y trabaron amistad. Pero el busto ahora restaurado tuvo que esperar a los años cuarenta, cuando León visitó Lima dentro su "gira" como conferenciante y Victorio aprovechó la ocasión para "inmortalizarlo" en mármol travertino, en el taller de su casa peruana, donde residió durante largo tiempo.

El busto de León Felipe se sumaría así a un reconocible legado, compartido con los monumentos a Miguel de Unamuno y Ramón y Cajal, o el Cristo de Otero de su Palencia natal. A diferencia de Felipe Camino, Victorio Macho sí regresó a España para quedarse. En su casa de Toledo se erigió el museo del escultor, que durante décadas ha custodiado el busto que ahora se expondrá con motivo del cincuentenario del poeta. "El busto ha estado expuesto a la intemperie durante años, lo que hacía necesaria su limpieza", explica Alberto Martín, comisario de la muestra. El tratamiento de la pieza ha tenido lugar en Toledo, a cargo de la especialista Marina Torres. Las imágenes del antes y el después "delatan" la acción del tiempo.

Y la segunda pieza ya conocida procede del corazón más íntimo de la pareja: es el álbum de fotos familiar. Durante años, Berta Gamboa -figura sin la que no se entiende a León Felipe- añadió fotografías "familiares y de guerra" a un libro entrañable, convertido ahora en piedra angular del legado. El libro "tiene un valor sentimental para la familia, es un documento histórico de gran importancia, un repaso de la vida personal de la pareja", analiza Alberto Martín. León Felipe conoció a la mexicana Berta Gamboa en 1923 y solo un año después se unían en matrimonio en Brooklyn. Su influencia en Felipe Camino fue tal que a su muerte, en 1956, León cayó en la depresión y abandonó temporalmente la creación literaria.

El álbum había padecido, precisamente, por el intenso uso a manos de sus propietarios, circunstancia que explica la intervención. "Ha sido sometido a una actuación de conservación, las fotos han sido limpiadas y protegidas con papel de cristal", detalla el comisario Martín Márquez. La firma madrileña de encuadernación Camacho, especializada en el trabajo con códices y pergaminos, se ha encargado de materializar el trabajo.