El popular Miguel Ángel Rodríguez, más conocido como "El Sevilla", regresó ayer al Teatro Principal para poner sobre las tablas su segundo monólogo teatral, titulado "Frótamela, la historia de un genio". Un espectáculo, inspirado en la soledad del genio en el interior de la lámpara, en el que volvió a hacer gala de su descacharrante verborrea y su humor obsceno. Con este trabajo, el cómico sevillano espera cosechar el éxito de "Reflexiones del hombre lengua", monólogo con el que recorrió más de 150 teatros durante sus tres primeras temporadas.