La mujer estaba en una discoteca con quien entonces era su pareja, hoy procesado por robarle, con su hijo y un sobrino. Acababa de llegar de Menorca y "siempre trae mucho dinero", indicó su hijo, en esa ocasión 3.500 euros que guardaba en el billetero, dentro de un bolso que los tres hombres vigilaron durante toda la noche para evitar que se lo robaran. Lo que no preveía la mujer es que el presunto ladrón podría estar a su lado, eso aseguró en su denuncia, al detallar que en una de las veces que se ausentó a la pista de baile, el bolso se esfumó. Instantes antes, su pareja, de iniciales E.V.P., se había largado.

La mujer preguntó a sus otros dos acompañantes y de inmediato relacionó las dos desapariciones. De inmediato, cogió un taxi para tratar de localizar al hombre, que finalmente encontró en Las Llamas, "cuando salía de una de las casetas", afirmó en el Juzgado de lo Penal, en el transcurso del juicio por un delito de robo que hubo de ser suspendido porque la denunciante no acudió a la videoconferencia prevista para que testificara y la Fiscalía Provincial consideró esencial su testimonio.

De acuerdo con el relato de los dos jóvenes familiares de la mujer, el acusado se había desplazado también en taxi hasta el barrio, al que entró con suma rapidez para emprender la huida cuando vio a la mujer, a su hijo y al sobrino, lo que impidió la propietaria del dinero colocándose delante, mientras pedía a los jóvenes que llamaran a la policía. En ese momento, habría intervenido una tercera persona para conminarles a que se fueran del lugar para evitar problemas.

La Policía Nacional llegó a tiempo para detener al hombre, que ya había pagado 100 euros, en billetes de 50 al taxista para que le llevara a Valladolid, localidad en la que vivía. El dinero nunca apareció, según se desveló en el juicio.

El imputado niega que él cogiera el bolso y explica que abandonó la discoteca porque discutió con la que era su novia.