La inversión del Ayuntamiento de Zamora en la mejora de los caminos rurales del municipio de Zamora, 500.000 euros presupuestados en 2017 e incluso una obra adjudicada pero que nunca pudo llevarse a cabo porque la empresa no pudo ni comenzar las obras, volvió a ocupar el primer lugar de las reivindicaciones de los agricultores y ganaderos de la capital, en la voz del presidente de la Junta Agropecuaria, Rubén Carretero, ayer, durante la festividad de San Isidro.

El representante del colectivo del sector primario en la capital, que continúa luchando para "salir de la invisibilidad, engullidos por la urbe, olvidado tantas veces por el Ayuntamiento", incidió en que "hacemos economía real a pequeña escala", no sin subrayar el papel de agricultores y ganaderos en la conservación del paisaje, responsables, dueños, del 60% del territorio municipal, "que gestionamos nosotros".

Una propiedad que les ha llevado a vivir la situación kafkiana de pagar el suelo rústico como urbanizable, tras ser recalificado en los años del boom inmobiliario y desvalorizado absolutamente al llegar la crisis del ladrillo que destrozó la economía y las perspectivas de crecimiento, pero les dejó atrapados en el sin sentido que les sigue pasando factura en el IBI. "La modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) sigue pendiente", explicó Carretero, quien espera que en "en verano" el IBI vuelva a los valores propios del suelo rústico, aliviar la carga económica que lleva implicando años la recalificación contemplada en 2011, tras el acuerdo entre la Junta Agropecuaria con el Ayuntamiento para que la organización agrícola y ganadera lleve a cabo el trabajo técnico, para lo que cuentan "con una arquitecta, parte que está muy avanzada y hacia junio esperamos tener" listo. El trabajo más administrativo, el que está en manos de la institución local, también debería estar completado, de modo en que "en verano presentemos la modificación del PGOU" para que las tierras de labor que se recalificaron en su día como urbanizables "y que tantos problemas han causado" al sector vuelvan a su origen, ya que "no hay ninguna posibilidad de desarrollo urbanístico y que ha caducado" el plazo para poder construir en ellas. Resta dejar constancia de tal circunstancia sobre el papel. Carretero ha lamentado que los profesionales de este sector "sigamos atrapados entre normas y leyes, en una indefensión total".

La celebración de San Isidro finaliza sin que los agricultores puedan dejar de mirar al cielo ante "una cosecha normal de cereal, sin más, porque tardó mucho en llover y el resultado no ha sido bueno", explicaba el presidente de la Cámara Agraria Provincial, José Roales. Estos profesionales están "pensando ya en que debería llover", agregaba el responsable de la Cámara, quien hacía hincapié en el efecto pernicioso de los focos de insectos que han perjudicado algunos cultivos, como al alfalfa, lo que les ha obligado a anticipar la recogida de esas cosechas.

Cálida procesión

Por su parte, la Cofradía de San Isidro recorrió el trazado que discurre entre la iglesia del Espíritu Santo y la Huerta de la Frontera, en la habitual procesión por la festividad del santo. El buen tiempo y el sol acompañaron a un nutrido cortejo con las imágenes de san Isidro y santa María de la Cabeza como grandes protagonistas. El acto fue coronado por el acto central, la bendición de los campos con el ánimo de que todo acompañe a los agricultores.