Aunque las negativas de Izquierda Unida a una confluencia con Podemos no pueden contarse ya con los dedos de la mano, el partido morado todavía se muestra abierto a esta posibilidad, que considera "la más beneficiosa" para el electorado de izquierdas.

Braulio Llamero analizó ayer la situación y apuntó que en Zamora, única capital de provincia en la que gobierna IU, la situación es "peculiar". "Izquierda Unida ya ha dicho que quieren ir solos y, que nosotros sepamos, no hay cambio de planes. Trabajamos" de cara a las elecciones municipales de mayo "sobre la hipótesis de que vamos sin ellos, lo que no quiere decir que vayamos solos", apostilló el responsable de organización del partido. Con todo, "estaremos abiertos hasta el último minuto" a una alianza electoral que se antoja, cuanto menos, complicada. "Si no quieren, no les vamos a obligar", zanjó Llamero.

Lo que sí dejó entrever el antiguo Secretario Municipal del partido es que las conversaciones con otras formaciones de izquierdas ya están en marcha. Lo que sí está claro es que, por primera vez, Podemos se presentará con su marca a unas elecciones municipales -no lo hizo en 2015-.